La ultraderecha, con el apoyo del Partido Popular, pretende derogar la ley que respalda las libertades de las personas homosexuales y trans en la Comunidad de Madrid. En respuesta a esta intención de violación de los derechos, la ciudadanía madrileña se concentró en la Puerta del Sol para mostrar su rechazo.

A grito de “Ni un paso atrás” millares de personas se agruparon en torno a las 19.30 horas peninsular delante de la sede de la presidencia regional, acompañados de alrededor 25 agrupaciones y otros partidos políticos como Más Madrid o Unidas Podemos.

A pesar de que la presidenta de la comunidad madrileña, Díaz Ayuso, no apoyará en su totalidad la derogación de esta ley, si se muestra partidaria en apoyar a VOX en la reforma de algunas normativas.

Una vez más, la derecha española, parece olvidarse de lo ha supuesto para el colectivo LGTBI y trans en el estado español conseguir derechos básicos de forma legal. Múltiples colectivos han recordado que solo desde 1979 las leyes de peligrosidad social fueron abolidas, y que hasta entonces el franquismo las ha utilizado como arma para perseguir a gays y transexuales, y que el matrimonio igualitario fue aprobado en 2005, hace poco más de quince años.

También parece olvidarse de que hasta el 31 de julio de este año se han registrado 748 delitos de odio y han aumentado en los primeros seis meses de 2021 un 9.3% en relación con el 2019. Sin embargo, estos datos solo son la punta del iceberg.

En 2018 se produjeron 971 delitos contra el colectivo LGTBI. Lo que supone 712 más de lo que comunican las fuentes oficiales, lo que supone que más de la mitad de los delitos de odio al colectivo no de denuncian.

Lo cierto es que tras las acciones políticas que la ultraderecha pretende tomar, con el apoyo de la derecha, no resulta extraño que los ataques emerjan y crezcan. Los agresores se sienten respaldados para hacerlo.