Se puede decir que los Congresistas no representan la mayoría de la sociedad, pero si son el reflejo de muchas personas. Hay personas malas, buenas, homofóbicas, ambientalistas, defensores de derechos humanos, feministas, y corruptos entre otros. 

Lo visto en el pasado 20 de julio no tiene presentación y excusa alguna que el saliente presidente del Congreso de la República quisiera usar su poder para callar a la oposición. Todos han usado en algún momento su poder para hacer un mal o cambiar algún resultado a su conveniencia y este día de celebración de nuestra independencia no fue la excepción.

La ciudadanía debe velar y reclamar por el tipo de personajes que llegan al poder en el Congreso, vulnerando no solo los derechos de los mismos Congresistas sino los de la sociedad. No se puede tolerar ninguna #JugaditaSucia ni última #Jugadita en ningún escenario u oportunidad. Querer opacar a la oposición en un evento público ya deja mucho que decir sobre las oportunidades e igualdad en la institución que representa los intereses de todo el país. 

El problema radica en las listas cerradas, y en los votos que obtiene cada partido en las elecciones, porque de esta manera hay congresistas elegidos que no representan las necesidad o principios de la sociedad. Seguramente es necesario una reforma legislativa que garantice que quienes quedarán electos sea por su grandeza y pulcritud de ser Congresista de la República. 

Hay micrófonos abiertos todos los días, en donde el ser humano planea hacer el mal, hay gente indiferente a su labor, trabajo y hay otros que sí quieren sentar un precedente por ejemplo, destacando el papel de los líderes sociales que ponen en riesgo su vida por sus causas.

Para la marcha del viernes 26 de julio, hubo congresistas que por oportunistas se montaron al evento a último momento y aprovecharon que el tema de los asesinatos a los líderes sociales no es de un ala o corriente política sino debe ser una preocupación a nivel nacional. El insigna de “No Más líderes y lideresas asesinados”, es  hacer visible una cruel realidad ante el mundo. 

Estuvo muy bien que la mayoría de personas públicos participaran porque eso demuestra que de alguna forma quisieron marchar en honor a quienes reivindican diversos derechos. Estuvo mal que la participación del Presidente de la República se viera afectada por gritos y abucheos porque eso demuestra que estamos atados a la indignación y no a aceptar cualquier iniciativa por parte de los grupos contrarios. El primer paso siempre es aceptar las diferencias y trabajar por unir esfuerzos a favor de los derechos de la sociedad. 

La función del Congreso es unir y velar por los derechos de todos impulsando la igualdad, cerrando brechas y legislar a favor de los más vulnerables y no por los más poderosos. Es evidente que los congresistas están llenos de intereses personales y así no se puede garantizar el respeto por los derechos fundamentales de la sociedad. 

Por eso, la imagen es un nido de ratones. Los ratones que elegimos se pelean e insultan entre ellos con tal de pasar proyectos de ley, o interrumpir los procesos en otros casos. Es un nido que entre ellos se tienen que arreglar para no sobrepasar intereses personales sobre su labor como congresistas, así que esperamos que no sigan pasando #Jugaditas negativas o en contra de los derechos sino en pro de la sociedad con igualdad y diversidad.