Una de las más grandes falacias es el hecho de que, cuando miramos la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, resalta algo que es muy obvio pero, a la vez, no muchos hacen la diferenciación. Los derechos humanos fueron concebidos, inicialmente, en forma masculina, con perspectiva excluyente e incluso, puede decirse, antimigratoria, al limitarlos al ciudadano.

De esta manera, quienes sufren mayormente una vulneración a su integridad, son quienes no fueron tomados en cuenta a la hora de la concepción de estos derechos. Por lo que, muchas veces, estos derechos son violados sin consecuencia alguna, como tampoco protegidos a la hora de la denuncia.

Esto se evidencia en, simple y llanamente, las diferencias de accesibilidad que tienen los hombres y las mujeres. Mientras que los hombres logran acceder a buenas condiciones y tratos de trabajo, muchas mujeres son menospreciadas por su género, sus ideas no son tomadas en cuenta, ni son respetadas. 

Esto mismo sucede al intentar ingresar a espacios de educación superior, donde varias mujeres han sentido que deben probar con mucha más vehemencia sus dones académicos. Por lo que se ven enfrentadas a una serie de situaciones discriminatorias que generan barreras para su crecimiento académico y, en consecuencia, profesional.

En Cóctel de Lucha reflexionamos sobre esto y también sobre cómo la violencia de género es estructural en este mismo sentido. No te pierdas nuestros próximos episodios en Youtube y Spotify.

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La realidad es distinta para las mujeres - Cap 4

Cóctel de lucha (un podcast para la libertad), Revista level

Quien les habla: Giselle Murillo

En el cóctel pasado: Al momento del ejercicio de derechos que asisten a la infancia observamos que aún se encuentra en estado adulto, en donde los adultos somos los que decidimos que es lo mejor para ellos, somos los que decidimos cómo debe ejercer el niño derecho.

En esta emisión le damos la bienvenida nuevamente a María Fernanda para continuar con la conversación de qué tan lejos estamos del papel a la realidad en cuestiones de Derechos Humanos. María Fernanda danos tu punto de vista respecto a ¿cómo podemos ver la diferencia entre la realidad y el papel para mujeres jóvenes?

M: Entrando en la juventud, aún más marcado se observa unas condiciones desiguales y de trato desigual, por ejemplo, entre hombres y mujeres que aunque se proclame en la norma el acceso, por ejemplo a educación a servicio atención aún es marcado porque no se tiene la misma accesibilidad ni mujeres ni hombres. En educación, por ejemplo, aún constituye una lucha para ciertas mujeres que desean acceder a una profesión. Claro que se ha avanzado, antes de las mujeres se les asignaba determinado oficio y tenía restringido totalmente el acceso a una profesión, sin embargo, se encuentra con bastantes limitantes durante sus años de estudio. Y en la violencia una situación mucho más estructural socialmente aún normalizada en donde existe norma y existen instrumentos que garantizan el derecho de la mujer a una vida libre de violencia. Sin embargo existen cifras alarmantes de violencia en contra de la mujer y de actos que denigran la dignidad y en el diario vivir ahí observamos aún concepto naturalizados normalizados que denigran a las mujeres, situaciones distintas de lo que se hace con un hombre. Nuevamente, podemos observar la muestra y que definitivamente la realidad es otra.

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En nuestra próxima entrega: Definitivamente, insisto, insisto, la sociedad tiene que modificar sus conceptos, tiene que cambiar sus ideas, tiene que pensar en un nuevo mundo donde todos y todos podemos contribuir.

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