A propósito de la cobertura de la gala del MET, cuya temática este año fue lucir prendas producto nacional, la empresaria y celebridad Kim Kardashian apareció sobre la alfombra blanca usando un vestido Balenciaga negro que la forraba entera, dejando únicamente por fuera su peinado de cola de caballo.
Este atuendo, que pretende no mostrar piel en absoluto, ha sido muy criticado por los usuarios de las redes sociales, en especial Twitter, y los seguidores de Kim, ya que coincide con el color y concepto de “ir tapada” del famoso niqab y burka negro típico de las mujeres Afganas.
“Las mujeres en ambas fotos se han cubierto el rostro voluntariamente. No obstante, Kim Kardashian, en la izquierda, es mostrada como un ícono de la moda y modelo a seguir para muchas jóvenes en el Occidente; mientras que las Afganas son mostradas como oprimidas sin derechos. Hipocresía”
Aunque Kim no se ha pronunciado sobre estas críticas y rumores, lo único que ha comentado sobre su lujosa prenda ha sido “¿Qué es más estadounidense que una camiseta de cabeza a pies?”.
Y por otra parte, los medios de comunicación y demás seguidores de la moda han elogiado la selección de la empresaria por ser sutilmente llamativa, ya que se trata solo de un traje negro sin dejar a vista su rostro. Sin embargo, la opinión de los usuarios rescata que la diferencia entre este vestido y el tradicional de la mujer musulmana afgana es lo ajustado que va al cuerpo, y ya que el de Kim deja en evidencia sus curvas, sería esta una razón por la que es aceptado públicamente por la prensa y otras personas.
Además, los usuarios en contra de esta preferencia de los medios occidentales, afirman que la segunda posible razón por la que le aplauden a Kim es porque decidió cubrirse, a diferencia de algunas mujeres musulmanas que no tienen elección.