Abusos de poder, violencia, atentados, amenazas y muertes, se han convertido últimamente en actos protagonistas en este país herido.

Desde el pasado 28 de abril, el pueblo colombiano decidió salir a protestar por diferentes causas. Una de ellas es evitar que se imponga una reforma tributaria y una reforma a la salud que, en plena pandemia, sería un genocidio para todos los ciudadanos. También salen a marchar por la inconformidad que muchos tienen con el gobierno actual del país y sus actos de corrupción e indiferencia frente las problemáticas que se han venido presentando a lo largo de la historia. 

Inicialmente, se sabía que este paro nacional se extendería durante varios días y se pensaba que se haría de la manera más pasiva posible pero, debido a los casos de abuso y violencia por parte del ejército y la policía nacional, que han atentado en contra de los derechos humanos de muchos individuos que han salido de sus casas a protestar, frente a la falta de respuestas y garantías por parte del gobierno, la marcha se ha convertido en un escenario de violencia que hasta hoy deja 26 muertos. Pero que no termina, porque los colombianos están cansados de tantas desigualdades e injusticias.

Y precisamente de esas injusticias quiero hablarles en este artículo. Ya que, durante estos días oscuros, hemos tenido muchos casos de violencia contra los más inocentes y es importante mostrarle al mundo lo que estamos viviendo. Porque no tenemos más apoyo que nosotros mismos, porque nos quieren callar, porque poco a poco nos están matando. Pero somos fuertes y saldremos victoriosos de esta lucha. 

Agresión a Defensoría del Pueblo y Comisión de Derechos Humanos 

El pasado 03 de mayo, el defensor del pueblo de Cali, Carlos Camargo, denunció un acto de repudio total, donde unos policías agredieron presuntamente a una funcionaria de la defensoría del pueblo y a tres delegados de la organización de Derechos Humanos,  Humans Rights International, que se encontraban asistiendo a unos detenidos en la estación de policía de la ciudad. Inicialmente los amenazaron, los agredieron verbalmente y luego los intimidaron haciendo disparos al aire y lanzando granadas aturdidoras, con el fin de que se marcharan del lugar. 

Para la Defensoría del Pueblo y la organización Humans Rights International esta es una acción reprochable, ya que no solo atenta contra la integridad y la dignidad de los funcionarios, sino de toda una institución que lo único que hace es ayudar y garantizar los DDHH de todas las personas que han sido vulneradas. Además, la organización internacional denunció también un ataque a su privacidad, ya que la noche anterior habían sido víctimas de la eliminación de tweets personales donde reportaban las cifras actuales de violencia durante las protestas. 

Esto nos deja ver la cruda realidad a la que nos estamos enfrentando, ya que ni siquiera las organizaciones de Derechos Humanos pueden interceder por la integridad de los ciudadanos porque incluso ellos corren peligro. 

Abusos sexuales a mujeres 

Desde el 28 de abril hasta la fecha, se han presentado 10 casos de violencia sexual por parte de la fuerza pública. 

Diana Díaz, una estudiante que salió a marchar el viernes 30 de abril, denuncia un caso de abuso que vivió por parte de un funcionario del Esmad. Pues se encontraba ubicada en uno de los plantones de la ciudad y el policía, arremetió contra ella dejándola separada del grupo de personas con las que ella se encontraba, utilizando gases y aturdidoras para que todos se marcharan y luego, delante de los otros miembros del Esmad, empezó a manosearla y a golpearla sin ninguna razón. 

En Acacias Meta, un grupo del Esmad, agredió verbalmente a unas mujeres que se encontraban protestando el pasado 02 de mayo. Uno de ellos le dice a sus compañeros, “déjelas pasar y hágales lo que quiera”. Esta frase indica un acto de violencia sexual que muestra el abuso de poder y la mentalidad que tienen muchos hombres sobre las mujeres como objetos que se pueden violentar. 

Por otra parte, una mujer que caminaba sola hacia su casa, luego de abandonar las marchas, denunció en Twitter como un grupo de policías la encerraron y la morbosearon, mientras le decían “si así son las marchantes, que rico echarles gases”. 

Estos son algunos de los casos de violencia sexual reportados por la organización Temblores que muestran el abuso de poder por parte de los funcionarios públicos del país. Pero, a pesar de esto, la lucha sigue y las mujeres no tenemos miedo de salir a la calle a seguir marchando por un país mejor. 

Estos actos repugnantes son la muestra del temor que el Estado nos quiere infundir para que los ciudadanos no salgamos a protestar por los derechos que nos pertenecen. Y para que así, el estado pueda seguir desangrando este país.