Ser feminista y reunirte con tu familia para navidad necesita un poco de preparación para evitar que tu salud mental se afecte, ya que ponernos los lentes violetas hace que veamos el mundo de una forma diferente a los demás. Empiezas a encontrar machismo en muchos comentarios de los que se hacen y como si la comida ya no tuviese el mismo sabor. Te das cuenta que quienes prepararon por varias horas la cena fueron las mujeres de la familia. Luego de largas horas de pie son ellas quienes sirven la mesa, recogen los platos, atienden a los invitados y limpian cuando todos se hayan ido. 

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Es claro que no podremos cambiar el mundo con un chasquido, por más que lo deseemos. Con esto no quiero decir que normalicemos lo que sucede. A veces es inevitable molestarse ante la situación y alterarse solo puede llevar a una discusión en la que ninguna de las partes va a lograr entenderse. Quisiera tener una fórmula mágica que nos diera la solución, pero de ser así viviríamos en un mundo libre del patriarcado. De todas formas, hay unas sugerencias que he puesto en práctica, las cuales me han funcionado y me gustaría compartirles:

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1. Intenta asignar sutilmente tareas para la cena de Navidad de manera equitativa.
2. Ten presente recordarles sus tareas y que sea lo más agradable posible, de esta manera tendrán un refuerzo positivo.
3. No olvides que el machismo es algo tan interiorizado que no se puede reflexionar al primer intento.
4. Dentro de los aguinaldos de Navidad puedes incluir libros como Todos deberíamos ser feministas por Chimamanda Ngozi Adichie, Feminismo para principiantes por Nuria Varela y Cómo educar en el feminismo por Chimamanda Ngozi Adichie.
5. Evita debatir sobre machismo luego de tomar unas copas, el alcohol no es buen acompañante en estas conversaciones.

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