``Violencia contra las mujeres y las niñas es una de las violaciones de los derechos humanos más graves, extendida, arraigada y tolerada en el mundo´´

El feminicidio es un acto desdeñable, donde algunas personas solo emiten comentarios, tal vez porque piensan en mi familia no pasará eso; porque llegan temprano a casa, porque usan pantalones, porque no tienen novio. Sí, parecen comentarios insignificantes. Tal vez lo anterior representa un poco como vivimos todos los días, pero ¿qué sucede cuando no responden el teléfono nuestras cuñadas, tías, sobrinas, hermanas, hijas, madres, nietas o abuelas?, ¿qué pasa cuando no llegan al trabajo, a la casa, a la escuela?, pensamos en llamar a los amigos, familiares, en buscar las agendas, pero a veces tenemos que acudir a levantar un acta por desaparición. Y ¿qué ocurre cuando nos indican que debemos esperar veinticuatro horas para levantar el acta?, ¿qué sucede cuando recomiendan dirigirse a Alerta Amber? Nos emociona saber que gracias a las acciones anteriores aparecen nuestros familiares, pero ¿cuándo no aparecen qué?, ¿cuándo no son tus familiares?, sí, cuando no son nada las demás mujeres hacen un pacto de sororidad. Es así como surgió el taller “Poner el cuerpo y sacar el alma; la pedagogía del performance contra la violencia hacia las mujeres”. En Ciudad de México el próximo 19 de octubre de 2019, a las 15:00 horas, en Jardín Madero, en el domicilio: Avenida Venustiano Carranza 33, Cuautepec Barrio Bajo, Gustavo A. Madero; Colectiva Invisibles Somos Visibles y las mujeres que asistieron a este taller presentarán el performance Quiero Caminar Segura ¡Basta que nos corten las alas!