La aparición de fundaciones y organizaciones que velan por el bienestar de otras personas por lo general surgen ante la necesidad de acceder a servicios que el estado o las instituciones asignadas no proveen. Como también ante las problemáticas sociales de las cuales muchas veces nadie se pone al frente. Esto hace Carolina García, fundadora de las fundaciones Alma Perruna y Alma de Héroes.

Una de las problemáticas más persistentes en Colombia y, por lo general, en Latinoamérica, es la cuestión de los animales en la calle. Perros y gatos abandonados, perdidos o nacidos en estas condiciones, suelen convertirse en un dilema que las ciudades no siempre saben manejar. 

Por otro lado, existe otra problemática que también es común. Es aquella de la niñez en situaciones de enfermedades graves como parálisis cerebral o diagnósticos poco tratados como las formas diversas de autismo. En Colombia, poco se pone la atención sobre estas cuestiones, principalmente porque al sistema de salud no le interesa otorgar estos cuidados.

A García le generaba inquietud observar estos sucesos, de manera que decidió tomar acción frente a ellas. Primeramente surgió Alma Perruna, una iniciativa de rescate de animales de la calle, con jornadas de adopción, esterilización y desparasitación. Así mismo, cuenta con diversos puntos de alimentación a nivel nacional, que funciona con el reciclaje de tubos PVC en dónde puede depositarse comida para aquellos animales que aún se encuentran en las calles.

Luego, con Alma de Héroes, se dio un trabajo similar en esencia pero distinta en la forma. Surgió para generar una ayuda a niñas y niños de estratos socioeconómicos 1, 2 y 3 que lidiaban con enfermedades difíciles o diagnósticos de autismo, de manera que pueda facilitar el manejo de estas cuestiones sin verse en estado de vulnerabilidad. 

Así mismo, Carolina encontró la manera de fusionar lo que hace en cada fundación, de manera que los perros criollos rescatados, y que no son adoptados, terminan por ser entrenados para ayudar en la rehabilitación de les niñes en Alma de Héroes. De esta manera, hay una sinergía entre lo que sucede en cada espacio, sin desaprovechar lo que puede surgir de cada uno.

La idea de fundar estos espacios precisamente viene de una vivencia personal de García, en la cual años atrás su padre había sido diagnosticado con un cáncer terminal en el cual suponía tener sólo tres meses de vida. Sin embargo, la vida le otorgó más tiempo y aún hoy sigue de pie. Razón por la cual la fundadora tomó la inspiración de no dejar sus sueños para después.

Resalta que esto no ha venido sin sus retos, el emprender no es color rosa. Pues, tomar la determinación de comenzar un emprendimiento es saber que te vas a enfrentar a una serie de obstáculos y altibajos, pero esto hay que verlo siempre como un aprendizaje y un motivo para continuar. El tener esta filosofía junto a un buen equipo de trabajo es lo fundamental para que un emprendimiento pueda salir adelante y dar frutos.