Los Vendedores Informales son “Delincuentes” Para el Gobierno Colombiano

June 9, 2019
Columna
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Cortesía de la ciudadanía

#ElTrabajoEsUnDerechoNoUnObsequio

Colombia es un país que tiene pobreza extrema en todas sus regiones, y gran porcentaje de la población no tiene cómo acceder a servicios básicos como son educación, salud y vivienda; estos factores hacen que no todas las personas tengan las mismas oportunidades y se ven obligadas a salir a buscar fuentes de empleo para obtener ingresos económicos en las calles, muchas de estas familias recurren al empleo informal en toda Colombia, ya que trabajar es un derecho no un obsequio.

Estas familias han podido salir adelante con este duro trabajo mejorando su economía y la del país, ellos solitos buscan la forma de solicitar préstamos y/o créditos a los bancos o a personas que prestan dinero con un alto porcentaje de interés, el cual deben pagar todos los días una parte del préstamo, y de este modo, poder sacar adelante sus emprendimientos de negocio.

Un vendedor informal es aquel, que vende sus productos en una esquina, anden, semáforo o camina por los barrios promoviendo todo tipo de productos en los que podemos encontrar gran variedad de alimentos como empanadas, arepa con queso, postres, frutas, jugos y demás, adicional podemos encontrar ropa, zapatos, carteras etc.

La mayoría de estas personas se despiertan desde muy temprano para dejar  todo listo para sus hijos, y salen a trabajar con mucho amor puesto que saben que ese dinero que se ganan de forma honesta, porque no es fácil estar en las calles bajo el sol, la lluvia, la contaminación y aparte trabajar con miedo puesto que deben salir  corriendo cuando ven personas de la alcaldía y de la policía que les quieren quitar sus productos, esos productos que tanto les ha costado conseguir y encima de todo si los cogen los golpean y los tratan como si fueran delincuentes y por ultimo les ponen un comparendo, cuando todos sabemos que es un derecho salir a trabajar en un país en donde no hay muchas posibilidades laborales con pocas garantías, ya que rechazan a las personas por la edad por ser muy joven o por ser muy “viejo”, por que tiene mucha experiencia o porque no la tiene, por no tener título universitario o por tener muchos títulos etc.

Preguntémonos ¿cuántos señores policías y funcionarios del estado se han beneficiado por este trabajo? porque muchas de estas personas han salido adelante gracias a que sus padres vendieron empanaditas, o cualquier tipo de producto en las calles, entonces ahora que están en un cargo con el estado ¿se les habrá olvidado de donde son sus raíces?

No podemos olvidar que gracias a los vendedores informales muchas personas han tenido la oportunidad de disfrutar un rico pasabocas por que en su momento no contaban con el dinero suficiente para ir a un restaurante y desayunar, almorzar o cenar.

En Colombia las compañías pueden rechazar a una persona por cualquier motivo o a veces las exigencias son muy altas por un un salario que no es acorde a lo que se exigen hacer.

Por tal razón, el empleo informal ayuda a muchas mujeres y hombres a que pueden enviar a sus hijos a estudiar, comprar su casita o apartamento para dejar de pagar arriendo y poder tener una vejez “tranquila”, claro está con sus propios ahorros porque si una persona no cumple con los requisitos pues no se podrá pensionar en Colombia.

Por lo tanto los vendedores informales deben salir a trabajar todos los días en las calles colombianas y de esta forma pueden cumplir sus sueños y metas, lo cual resulta muy difícil, aún que el señor director del DANE  Juan Oviedo afirme que si en Colombia una persona tiene ingresos mensuales de $450.000 cuatrocientos cincuenta mil pesos (moneda corriente) mensualmente, es considerado como una persona que tiene los suficientes ingresos para pertenecer a la clase media.

¿En serio?  Si una persona va a un banco con estos ingresos le van a decir que no tiene los recursos económicos para acceder a ningún tipo de crédito bancario, entonces aquí no se sabe al fin, si son ricos o son pobres...

Con este artículo quiero mostrarles y explicarles que estas personas no son delincuentes como muchos guerreristas clasistas les gusta presentarlos, son personas normales como todos los demás que luchan todos los días para poder alcanzar sus sueños, que la mayoría de estos sueños se logran con dinero, porque no es un delito querer estudiar, viajar, tener un carro, tener una casa, ir de vacaciones, salir a distraerse y divertirse, como seres humanos esto es necesario para nuestras vidas y por ende ES UN DERECHO.

En conclusión los vendedores informales merecen respeto y amor así que cuando vean una persona que sale a vender un producto saluden y den las gracias porque son personas soñadoras y trabajadoras al igual que todos nosotros.

Los Vendedores Informales son “Delincuentes” Para el Gobierno Colombiano

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February 28, 2019

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#ElTrabajoEsUnDerechoNoUnObsequio

Colombia es un país que tiene pobreza extrema en todas sus regiones, y gran porcentaje de la población no tiene cómo acceder a servicios básicos como son educación, salud y vivienda; estos factores hacen que no todas las personas tengan las mismas oportunidades y se ven obligadas a salir a buscar fuentes de empleo para obtener ingresos económicos en las calles, muchas de estas familias recurren al empleo informal en toda Colombia, ya que trabajar es un derecho no un obsequio.

Estas familias han podido salir adelante con este duro trabajo mejorando su economía y la del país, ellos solitos buscan la forma de solicitar préstamos y/o créditos a los bancos o a personas que prestan dinero con un alto porcentaje de interés, el cual deben pagar todos los días una parte del préstamo, y de este modo, poder sacar adelante sus emprendimientos de negocio.

Un vendedor informal es aquel, que vende sus productos en una esquina, anden, semáforo o camina por los barrios promoviendo todo tipo de productos en los que podemos encontrar gran variedad de alimentos como empanadas, arepa con queso, postres, frutas, jugos y demás, adicional podemos encontrar ropa, zapatos, carteras etc.

La mayoría de estas personas se despiertan desde muy temprano para dejar  todo listo para sus hijos, y salen a trabajar con mucho amor puesto que saben que ese dinero que se ganan de forma honesta, porque no es fácil estar en las calles bajo el sol, la lluvia, la contaminación y aparte trabajar con miedo puesto que deben salir  corriendo cuando ven personas de la alcaldía y de la policía que les quieren quitar sus productos, esos productos que tanto les ha costado conseguir y encima de todo si los cogen los golpean y los tratan como si fueran delincuentes y por ultimo les ponen un comparendo, cuando todos sabemos que es un derecho salir a trabajar en un país en donde no hay muchas posibilidades laborales con pocas garantías, ya que rechazan a las personas por la edad por ser muy joven o por ser muy “viejo”, por que tiene mucha experiencia o porque no la tiene, por no tener título universitario o por tener muchos títulos etc.

Preguntémonos ¿cuántos señores policías y funcionarios del estado se han beneficiado por este trabajo? porque muchas de estas personas han salido adelante gracias a que sus padres vendieron empanaditas, o cualquier tipo de producto en las calles, entonces ahora que están en un cargo con el estado ¿se les habrá olvidado de donde son sus raíces?

No podemos olvidar que gracias a los vendedores informales muchas personas han tenido la oportunidad de disfrutar un rico pasabocas por que en su momento no contaban con el dinero suficiente para ir a un restaurante y desayunar, almorzar o cenar.

En Colombia las compañías pueden rechazar a una persona por cualquier motivo o a veces las exigencias son muy altas por un un salario que no es acorde a lo que se exigen hacer.

Por tal razón, el empleo informal ayuda a muchas mujeres y hombres a que pueden enviar a sus hijos a estudiar, comprar su casita o apartamento para dejar de pagar arriendo y poder tener una vejez “tranquila”, claro está con sus propios ahorros porque si una persona no cumple con los requisitos pues no se podrá pensionar en Colombia.

Por lo tanto los vendedores informales deben salir a trabajar todos los días en las calles colombianas y de esta forma pueden cumplir sus sueños y metas, lo cual resulta muy difícil, aún que el señor director del DANE  Juan Oviedo afirme que si en Colombia una persona tiene ingresos mensuales de $450.000 cuatrocientos cincuenta mil pesos (moneda corriente) mensualmente, es considerado como una persona que tiene los suficientes ingresos para pertenecer a la clase media.

¿En serio?  Si una persona va a un banco con estos ingresos le van a decir que no tiene los recursos económicos para acceder a ningún tipo de crédito bancario, entonces aquí no se sabe al fin, si son ricos o son pobres...

Con este artículo quiero mostrarles y explicarles que estas personas no son delincuentes como muchos guerreristas clasistas les gusta presentarlos, son personas normales como todos los demás que luchan todos los días para poder alcanzar sus sueños, que la mayoría de estos sueños se logran con dinero, porque no es un delito querer estudiar, viajar, tener un carro, tener una casa, ir de vacaciones, salir a distraerse y divertirse, como seres humanos esto es necesario para nuestras vidas y por ende ES UN DERECHO.

En conclusión los vendedores informales merecen respeto y amor así que cuando vean una persona que sale a vender un producto saluden y den las gracias porque son personas soñadoras y trabajadoras al igual que todos nosotros.

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