“El barquero de la muerte
Escapó del Aqueronte
Ahora rema por el Río Cauca
Acostumbrado a los osarios
Su figura pareció más rígida
Ante la tragedia que ni
Él mismo sospechó...
Genocidios sociales
Maquinaciones hitlerianas
Cadáveres inesperados
Lo llevan de regreso
al Aqueronte”
PRIMER VIAJE GENOCIDIOS SOCIALES: CARONTE Y LAS LIDERESAS Y LÍDERES
Caronte, el mítico barquero de las almas errantes decidió huir del Aqueronte o Río de la pena, hacia aguas colombianas. En este primer viaje, transportó en su barca a cientos de personas. Les preguntó ¿Cuál fue su pecado? La respuesta asombró al mismo Barquero de la Muerte: “Amar la tierra, creer en la Paz, Luchar por la Dignidad del Pueblo y la Justicia Social”.
El remero pronto se dio cuenta que transportaba a las inocentes víctimas de un genocidio social, Defensores y Defensoras de Derechos Humanos y Derechos de las Mujeres, que sembraron amor cuando prevalecía el odio, le dijeron SÍ a la VIDA, en el reinado de la Muerte; protegieron la tierra de los intrusos y creyeron que la PAZ era posible.
Un silencio sepulcral se apoderó de Caronte, entre sus pasajeros y pasajeras vio a MARÍA DEL PILAR HURTADO, asesinada en frente de su pequeño hijo en el Municipio de Tierra Alta, como consecuencia de su activismo social, también vio a LUCY VILLARREAL lideresa, defensora de Derechos de las mujeres y madre, asesinada en vísperas de Navidad sólo por su labor comunitaria, a la barca subieron NATALIA y RODRIGO, dos ecologistas recién casados que mientras celebraban su amor fueron víctimas de asesinato en extrañas circunstancias; como ellas, otras mujeres que protegían la tierra, a los niños y niñas; y como él, otros hombres que amaban con fervor la PAZ.
El personaje mítico, observó con tristeza a personas de paz que nunca quisieron emprender el viaje sin retorno. Durante la partida, entonaron un canto por la VIDA que empalidece a la figura de la muerte, su barca fue abordada por un centenar de seres tan celestes que no merecían ese viaje anticipado y violento al otro mundo.
En este viaje el barquero quedó enmudecido...
SEGUNDO VIAJE MAQUINACIONES HITLERIANAS: CARONTE Y LA POBLACIÓN INDÍGENA
En este segundo viaje, se suben a la barca de la muerte cientos de indígenas, hombres y mujeres con una mirada tan diáfana e inocente como sus tierras sagradas. Caronte, preguntó ¿Por qué abordan mi barca si todavía no era el momento de este viaje?
Las y los indígenas le contaron a Caronte, que son las víctimas más recientes de múltiples masacres en el Cauca, perpetradas con toda la maldad de una maquinación hitleriana, cuyo propósito es acabar con un pueblo y doblegar la esperanza. Hombres malos asesinando a la guardia indígena, a los líderes y lideresas sociales dueños y dueñas de saberes ancestrales.
Entre sus tripulantes observó el rostro de la joven gobernadora indígena Neehwesx Cristina Bautista asesinada en Tacueyó (Toribío) es la Rosa en el Campo Santo, el rostro femenino de la muerte en el Cauca. El barquero intentó comprender el porqué de estas masacres, sin respuesta siguió este injusto viaje, él mismo, se asustó de lo que puede seguir encontrando en aguas colombianas aún más aterradoras que el propio Aqueronte.
Su temor lo confirmará en el tercer viaje…
TERCER VIAJE CADÁVERES INESPERADOS: CARONTE Y EL MAR DE “FALSOS POSITIVOS”
Se detuvo Caronte, miles de jóvenes se subieron a su barca, le contaron la aterradora historia de los mal llamados “falsos positivos”, mientras narraban esta tragedia humana, miles de mujeres despedían a sus hijos, un adiós dramático a cadáveres inesperados que hoy aparecen luego de las confesiones de un militar ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). El lamento de estas madres no debe quedar en la impunidad, ellas, que por años buscaron a sus hijos se estremecieron al recibir los huesos exhumados de fosas comunes, saben que nunca más los podrán abrazar.
El inexpresivo remero se asombró ante la fatalidad de una serie de crímenes de Estado que dejaron como resultado miles de jóvenes desaparecidos, y asesinados como falsas bajas del Ejército. Hasta Caronte se quebró remando sobre el Río Cauca, en donde se erige Hidroituango una imponente obra, para algunos y algunas, es sinónimo de muerte, fue construida sobre los cadáveres de estos jóvenes y otras víctimas de grupos armados.
El viaje se hizo más aterrador cuando el barquero de la muerte descubrió que entre sus pasajeros estaban las almas en pena de víctimas de ejecuciones extrajudiciales, cuyos cadáveres fueron descubiertos en las fosas más tenebrosas del mundo. Las almas que transportaba provenían de los Cementerios de Dabeiba, un hallazgo tan increíble como horrible que debe sacudir a la sociedad y no debe quedar en la impunidad.
Caronte, horrorizado por los viajes en tierra colombiana, decidió regresar al Aqueronte. Ojalá que el remero mítico no repita los viajes de víctimas de genocidios sociales, maquinaciones hitlerianas y cadáveres inesperados. Hoy, más que nunca debemos emprender un viaje por la VIDA, para que estos hechos abominables no sigan transformando la tierra sagrada en un campo santo. Estos crímenes nos deben servir para defender la PAZ y no perder nunca la esperanza.
(Nota: La mejor forma de terminar el año es hacerlo sin indiferencia, y la mejor forma de empezar es con el compromiso de construir PAZ).