Verónica Sosa, fundadora de Business Fit Academy y Business Fit Magazine y SHE Magazine, comparte las enseñanzas que la vida de emprendimiento le ha otorgado, desde cómo superar tribulaciones emocionales a superarse profesionalmente.

Desde que tenía 17 años, Verónica se ha visto a sí misma como emprendedora. Siempre se esforzó en lograr sus metas y motivarse cada día a tomar los pasos necesarios para llegar donde está hoy. No fue fácil, eso sí, implicó un arduo trabajo de crecimiento personal y autoconocimiento emocional.

“La transformación primero fue en mí”, explica la empresaria, “tuve que conocer, fortalecer y practicar con coherencia mis valores”. Es esencial, para Verónica, tener en cuenta que para construir conexiones emocionalmente inteligentes, debes empezar en el punto cero, es decir, tú. Pues si no conectas con tu conciencia interior, no podrás manifestar en el exterior tus verdaderos deseos.

El incursionar en un emprendimiento se basa en un factor fundamental, que es el autoconocimiento. A pesar de que se pueda nacer con un gran carácter y personalidad audaz, la manera de cultivar estas cualidades es cuestionar el entorno en el que estás. ¿Qué creencias limitantes identificas en ti? ¿Qué puedes lograr con la educación que posees en este momento? Hacerte las preguntas adecuadas puede ayudarte a encontrar tu camino y trazar los pasos que te guíen por él.

Claro que, no todas las personas son iguales. Verónica, que se ha considerado como una rebelde con causa, nunca creyó en que los pasos deben ejecutarse en el orden establecido por la sociedad, sino cuando la vida te lo permite. De esta manera, se ha enfocado en encontrar su propio centro en el ámbito mental, corporal y espiritual para que, con este balance, las oportunidades que deben llegar a su camino lleguen de forma orgánica, y así pueda generar negocios con un propósito.

“La vida es un baile”, reflexiona la empresaria, “a veces ni nos gusta la música, pero esto nos ayuda a reconocer otros ritmos”. Estos ritmos, como explica ella, son aquellos que antes ignorábamos o rechazábamos, pero que muchas veces nos ayudan a darnos cuenta de creencias limitantes o dificultades emocionales a las que no nos habíamos querido enfrentar. El trabajar este tipo de ritmos es esencial para alcanzar un equilibrio que beneficie nuestros emprendimientos.

Lograr este balance puede ser, muchas veces, una tarea complicada. Verónica ha experimentado, de primera mano, profundas depresiones que la han hecho decaer en su propósito y no siempre se ha encontrado alineada con su conciencia emocional. Por esta razón, el buscar ayuda para ella es sumamente importante, pues acredita como un rasgo de liderazgo el reconocer que “no podemos llegar solos a ningún lado”, asegura, para luego declarar, apoyándose en lo que luego se ha convertido en el lema de She Magazine, “juntas es mejor”.

La empresaria resalta la necesidad que tenemos en apoyarnos los unos en los otros, para así poder realizar, en conjunto, aquellos emprendimientos con los que soñamos. “Si he visto más lejos es porque voy sentada en los hombros de gigantes”, dice Verónica, citando una de sus frases favoritas de Isaac Newton.

Pues el éxito personal se basa siempre en tener pilares que te ayudan a construirte como líder para que, en un futuro, tengas la oportunidad de construir a los siguientes líderes del futuro. Esto se denomina liderazgo ético, en el cual al valorar las capacidades de las demás personas a tu alrededor les enseñas a pescar antes que darles el pescado en la boca.

De esta manera, Verónica se ha enfocado en impulsar a mujeres empresarias hacia una vida mejor y a redescubrirse a sí mismas por medio de herramientas que les ayudan a encontrar aquella tríada esencial para lograr una vida empresarial balanceada; el equilibrio de la mente, el cuerpo y el espíritu.

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