Luego que el cantate popular, Albert Nabonibo revelara su homosexualidad, perdió todo de un día para otro: trabajo, amigos, familia, hasta fue rechazado por su parroquia, no obstanate encontró una acogida inesperada en una iglesia evangélica de Kigali.
Desde hace varios años, la Iglesia de Dios en África de Ruanda (IDAR) anuncia públicamente su apertura a las personas LGBI, ignorando el conservadurismo que impera a su alrededor.
Aunque la homosexualidad no está prohibida en Ruanda, las personas LGBT son a menudo víctimas de discriminación: despedidos de empleos, renegados por sus familiares, privados de atención médica o incluso agredidos.
Albert Nabonibo vivió una amarga experiencia cuando declaró en una entrevista de 2019 que era gay.