Tras la llegada de la pandemia, el mundo ha tenido que transmutar su manera de aprender, enseñar, convivir, hasta conocer. Las personas se han venido sumergiendo en terrenos nunca antes conocidos qué, cómo es de saber, los ha puesto a prueba, y han sido estos, los encargado de desestabilizar la salud mental, de muchos y muchas mujeres, a tal punto que han caído en manos de aquello que está allí, pero se ignora, la depresión y la ansiedad.
Es muy normal que frecuentemente se utilice expresiones como, “estoy deprimido”, “estoy deprimida” o “tengo una depresión”, generalmente de forma equívoca, para referirnos a que nuestro estado de ánimo que en ese momento no es el mejor, esto, muchas veces sucede porque no tenemos claro el verdadero significado de lo que es sentir depresión y que es depresión. Ante todo, la depresión no es un estado de ánimo, sino una enfermedad con sus causas, sus síntomas, su diagnóstico y, por supuesto, su tratamiento.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que enfermedades como la depresión afecta a más de 300 millones de personas alrededor de todo el mundo. No obstante, muchas veces este trastorno puede estar relacionado con el suicidio de las personas que lo sufren. En referencia a América Latina, la Organización Panamericana de la Salud determinó en el año 2012 que el 5% de la población sufre este trastorno. En otras palabras, es uno de los trastornos mentales más frecuentes.
- ¿En qué se diferencia la ansiedad y la depresión?
La ansiedad se define como una especie de anticipación angustiante de algo que pudiera ocurrir, algo temido o conflictivo, en otras palabras, la ansiedad es una reacción que nos lleva a alejarnos de aquello que me pueda dar tensión emocionalmente.
Contrario a depresión, que se podría entender como un trastorno mental caracterizado fundamentalmente por un bajo estado de ánimo y sentimientos de tristeza, asociados a alteraciones del comportamiento, del grado de actividad y del pensamiento
Entonces, tanto como la ansiedad y la depresión, son reacciones defensivas normales, de todos los seres humanos; ahora bien, el problema aparece cuando, la depresión o ansiedad se tornan masivas, desmedidas o tardan demasiado tiempo en sanar, imposibilitando nuestra vida cotidiana. Estos factores son los que nos dan señales de que hay algo mucho más a lo hay que atender con los respectivos profesionales.
- ¿Está mal sentirse deprimido o deprimida?
Ahora, bien, muchos y muchas personas consideran que esta mal sentirse o tener cuadros de ansiedad y depresión, esto, debido que, existe en la sociedad, ese imaginario colectivo de pensar que vivir por tales etapas, no es normal para el óptimo desarrollo del ser humano, sin embargo, ese imaginario no es correcto, pues es normal y saludable tener estos procesos “depresivos y de “ansiedad”, no como fabricados, sino, el sentirnos depresivos es una respuesta del comportamiento humano, debido a la pérdida de algo o alguien significativo, y es muy importante procesar esas pérdidas para ayudarnos a atravesar, a darle tiempo y vivir la tristeza.
- ¿Por qué debemos ir a terapia?
Cuando tu tienes una herida, eso genera dolor, genera infección, y cuando vas a un proceso
terapéutico conjuntamente con los y las profesionales, se va realizando una desinfección de esas heridas, por ejemplo, algunas heridas solo necesita lavarse, otras necesitan puntos, algunas solo una curita y otras necesitan operaciones grandes, y cada proceso de sanación requiere de tiempo y espacio, dos características esenciales en estos procesos.
Es por ello que es fundamental el compromiso y la paciencia con el proceso terapéutico, de tal manera que junto con cada profesional la herida poco a poco se vaya desinfectando
Recuerda que las heridas infectadas duelen y generan más dolor, las cicatrices generan historia, son las experiencias que me van a sostener en la vida.
Así que, no tengas miedo de ir al terapeuta, porque, esté, es un espacio de seguridad y confianza, con alguien entrenado o entrenada, para mejorar ese dolor que alguna vez se tuvo.
“La victoria siempre es posible para las personas que se niegan a dejar de luchar” Napoleón