En el día nacional de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas, queremos hacerle un homenaje a una lideresa social del Chocó, Yolanda Perea Mosquera, quién es resiliencia, lucha, empoderamiento, feminismo y mucho compromiso por la defensa de la vida, la memoria de las victimas y la construcción de paz
“Mi partida fue tan rápida y espero no haber dejado vacíos en sus corazones y aunque no tuve tiempo de despedirme siempre estuve feliz junto a ustedes. Quiero que sepan mis padres, hijos, hermanos y amigos que, aunque ya no estoy en este mundo siempre habrá nuevas personas al pie de la lucha”. María Ricardina Perea
Desde que se implementaron los acuerdos de paz en Colombia han asesinado aproximadamente 971 representantes de las comunidades, personas que tratan de denunciar, resolver y salir adelante defendiendo el bien común de sus pueblos “líderes sociales”.
Yolanda Perea Mosquera es una lideresa social de Riosucio Chocó, de la cuenca de Truandó. Vive en Medellín con sus dos hijos, como la gran mayoría de las mujeres trabaja para conseguir el sustento de su hogar, y también durante muchos años se ha enfocada en la equidad de género, en la visibilización, el empoderamiento, la resiliencia, y sobre todo en la unión con las mujeres del Chocó, esas que estuvieron afectadas por las secuelas de la guerra más larga que ha tenido Colombia.
Yolanda fue víctima del conflicto armado en Colombia por parte del ex grupo guerrillero de las FARC, ella a la edad de 11 años fue brutalmente violada, quedó embarazada y luego fue agredida físicamente por el mismo grupo de hombres que la habían violado, perdió su bebé, aunque no supo de la existencia de su hijo hasta que la abuela se lo confesó. La madre de Yolanda, María Ricardina Perea una mujer que en su tiempo de vida luchó por los derechos, por el bienestar y la seguridad de su familia, decidió después de lo ocurrido con su hija, reclamar justicia al grupo de las FARC, y gracias a este gesto heroico callaron su voz, le arrebataron su vida, la asesinaron.
Entre el año 96 y 97 en Riosucio Chocó, se presentaron muchos desplazamientos forzados “Dos operaciones ocurridas hace 20 años marcaron para siempre al Chocó. Dos operaciones que no fueron aisladas y que explican con detalle las alianzas más perversas que han alimentado y degradado el conflicto armado en Colombia. La Operación Riosucio y la Operación Génesis están unidas por un reguero de sangre y de desplazamiento forzado masivo. La primera comenzó el 20 de diciembre de 1996 en la cabecera municipal de Riosucio (Chocó), aunque empezó a planificarse meses antes en cónclaves de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU) y en cuarteles de la Policía y del Ejército. La segunda desplegó, desde el 23 de febrero de 1997, la ira armada sobre las cuencas de los ríos Cacarica, Salaquí o Truandó y motivó la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de 2013 en la que se demuestra la conexión orgánica entre los paramilitares y la XVII Brigada del Ejército Nacional, con sede en Carepa (Antioquia)”.
Yolanda tiene la más grande inspiración en María Ricardina Perea, es su referente de lucha, de empoderamiento de la mujer negra en el Chocó, puesto que fue una lideresa, una luchadora, una mujer que idealizo un cambio para su región, empezando con la educación, y por ende en Riosucio hay una institución educativa donde estudian la gran mayoría de víctimas del conflicto armado. María fue una de las gestoras de este colegio, una gran semilla que sembró esta mujer.
Con ello surgió un nuevo renacer, Yolanda se convirtió igual que su madre en una defensora de derechos, en una luchadora incansable, en una madre cabeza de hogar que les brida estudio, amor y compresión a su familia. Unos días Yolanda trabajó como empleada doméstica y los otros se empeño en defender los derechos de las mujeres del chocó, de Riosucio, de la cuenca de Truandó.
Aunque llegar a donde ella está en este momento no ha sido fácil. Le tocó enfrentar los fantasmas de la guerra, de la violación y de la muerte de su madre. Después de haber caído en una profunda tristeza, donde pensó que había perdido su voz, se somete a un trabajo psicosocial, que la ayudó a comprender que todo lo ocurrido no era su culpa, que no tenía que sentir ningún tipo de vergüenza. Que los culpables eran ellos; en ese hallazgo Yolanda se da cuenta que hay miles de mujeres que pasaron y están pasando por esa situación. Recupera su voz y afirma, que ya no hay quien la calle, a pesar de las amenazas constantes contra su vida. Tuvo que dejar su tierra para buscar más seguridad, el gobierno le brindó un guardaespaldas quien la acompañara todo el día, y en el 2011 emprende su lucha desde la ciudad de Medellín.
Yolanda trata de visibilizar la voz de las víctimas en los gobiernos para que las políticas que se implementan en las entidades gubernamentales entiendan cuales son las necesidades de la región y vayan acorde a las exigencias y a las demandas que ellas presentan. Desea ser una persona con una toma de decisiones derecha y completa entorno a lo que siente y piensa, pero además entorno a una gran población quienes ven en Yolanda una lideresa. Brindarles una mano a las mujeres para que se puedan desahogar, gritar y recuperarse de todos lo males. que les ha provocado la guerra, pero también quiere que esas mujeres se le unan a la causa para que rescaten más mujeres y así se cree una red de ayudas para las mujeres y hombres que fueron víctimas del conflicto armado en Colombia.
Referencia
1. Chica, F., Gómez Nadal, P., Gómez, E., & Lemos, E. (2016, 18 diciembre). 1996–2016: Las heridas de Riosucio. Recuperado 5 de abril de 2021.