En este programa de Mujeres que Impactan, la coach y escritora Sandra Mateus nos habla acerca de la importancia de la comunicación, tanto con nosotros mismos como con los demás.

Escuchar la palabra “empezar” desata un nudo en la garganta, un vacío en el estómago, un torbellino de emociones que, muchas veces, nos deja pasmados. Se piensa que implica un camino largo, lineal y con pasos específicos para poder avanzar con éxito, pero la realidad es que, como lo cuenta Sandra Mateus, coach y escritora, este camino tiene curvas, baches y puede ir cambiando con el tiempo.

Esto significa que, si puede constantemente cambiar, también podemos constantemente reinventarnos. Desde su experiencia, la coach ha comenzado de nuevo su vida cada década, y esto no es una pérdida, sino la ganancia de algo diferente.

“Empezar de nuevo es soltar”, explica la escritora, “fluir para aceptar lo nuevo”. Esto, como señala, implica un crecimiento que siempre es un beneficio. La oportunidad de cambio siempre es algo positivo.

Así mismo, ella recomienda la escritura como terapia para manejar estos cambios. El reescribir nuestras historias, tan sencillo cómo hacer un diario para recordar lo que ha pasado en nuestra cotidianidad, nos ayuda a entender mejor los hechos. Pues no podemos cambiar nuestras historias, pero sí cómo nos relacionamos con ellas.

Esto lo resalta Mateus desde la experiencia de sufrir violencia psicológica durante años con una pareja de su pasado. Pues alejarse de vivencia le generó en su cuerpo efectos de salud y en su emocionalidad, condiciones de las cuales no se había percatado con anterioridad, porque no estaba presente en la historia, sino pendiente de la situación en sí.

Suele suceder que muchas de las dolencias que cargamos se deben a las emociones y palabras que reprimimos, pero que no nos damos cuenta hasta que es muy tarde. Sobre todo las mujeres, explica la coach, que no sabemos poner los límites necesarios para guardar nuestra propia energía y terminamos por entregarla toda a los demás.

Esto se puede ejemplificar en el caso de muchas mujeres que son trabajadoras y también tienen un rol activo en su hogar, muy pocas veces tienen espacio para sí mismas. Por lo general, dentro de sus cronogramas no hay un momento para dedicarse a su cuidado personal, sino al cuidado de sus familias o rendir en su trabajo. Por lo que Mateus recomienda programar, al menos, una hora.

Las mujeres, por lo general, hemos sido enseñadas a ser serviciales y a cuidar a todos por encima de nosotras mismas. Esto genera que guardemos aquellas sensaciones de infelicidad, estrés, incomodidad en nosotras mismas y nunca las enfrentemos o dialoguemos con las personas cercanas a nosotras.

Por esto, Mateus motiva a las personas a tener conversaciones con sus seres cercanos. De forma que se dé una oportunidad de retroalimentación mutua como también de crecimiento. En cualquier tipo de relación, es importante hacer preguntas como ¿de qué manera te aporto?, y ¿Qué oportunidades tengo para mejorar? Este tipo de conversaciones pueden mejorar la relación.

También es importante la manera en que nos comunicamos con otras personas. “Nos estamos comunicando todo el tiempo”, explica la escritora, “el 100% de nuestras acciones son comunicativas”. Esto significa que no solamente son nuestras palabras, sino el tono con el que las decimos y la manera en que nuestro cuerpo comunica no verbalmente.

Como explica Sandra, el liderazgo conversacional se compone de estos tres dominios; el cuerpo, la emoción y el lenguaje con el que nos comunicamos. Esto significa que, más allá de qué decimos, es cómo lo decimos. “Las conversaciones no son sólo las palabras, sino cómo nos relacionamos con las circunstancias, con los demás, con nosotros mismos”, afirma.

Así mismo, es imprescindible tener una comunicación con nosotros mismos, la manera en que nos hablamos a nosotros mismos determina cómo podemos autodesarrollarnos, en cómo manejamos el amor propio. La coach resalta el cómo las palabras tienen mucho poder, razón por la cual es importante tener mantras afirmativos para fortalecernos a nosotros mismos cada día.

Pues las preocupaciones que solemos tener muchas veces no se relacionan con situaciones que podemos cambiar directamente. Ante este tipo de circunstancias, es importante evaluar los recursos que tenemos, el apoyo con el que contamos y las acciones que podemos tomar al respecto. “¿Qué oportunidades no he explorado?”, reflexiona la escritora, basándose en la premisa de Einstein de que la locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes. 

Por esta razón, el estar abierto a nuevas experiencias y posibilidades puede ayudar a abrir nuevas puertas que antes no te habías imaginado. El comenzar de nuevo no suena tan mal cuando te das cuenta de que los hechos no pueden cambiarse, pero la actitud sí, y con ella puedes determinar tu futuro.