“Maldito imperio del prejuicio
Artífice de la dominación
Arma del genocida
Eslabón de la opresión
En este imperio es fácil:
Pre juzgar sin conocer
Odiar sin comprender
Discriminar sin padecer
Excluir sin ninguna piedad
Herir sin sentir remordimiento;
La caída de este vasto imperio
Será el declive de la ignorancia”
LECCIÓN UNO: LA APARICIÓN DEL LÚGUBRE PREJUICIO. “No juzgues por Juzgar, si lo haces puedes incluso matar”
“Una mirada errática circunda la avenida de la Megalópolis siguiendo el rastro de una figura sórdida que pronto ha desaparecido ante la lúgubre presencia del prejuicio”. (Alexander Monroy Cárdenas)
El lúgubre prejuicio surgió como una forma de dominar, disminuir al otro o la otra, discriminar y excluir; es el principal protagonista de las guerras y la vulneración de los Derechos Humanos. El racismo y el patriarcalismo surgen del prejuicio social hacia ciertos grupos poblacionales considerados como “indeseables” y por ende es un ataque a la dignidad.
Por ejemplo, en el sistema patriarcal históricamente reinaron los prejuicios contra las mujeres, prevaleció la dominación del hombre sobre la mujer; la condición femenina se subordinó a patrones sociales mediados por prejuicios como: “el hombre es superior a la mujer” “la mujer debe servir al hombre” “la mujer es el sexo débil”, estas ideas plantadas en la cultura, exacerbaron la violencia de género.
En el caso del racismo, los prejuicios llevaron incluso a la esclavitud y exterminio de poblaciones sólo por su pertenencia étnica o color de piel, situación sufrida de manera paralela a los estereotipos impuestos por algún “patriarca” que llevó al sufrimiento de miles de personas entre ellas mujeres y niñas explotadas sexual y económicamente.
Los prejuicios tienen el poder de herir y matar de forma psicológica y física, son la base de la discriminación, la esclavitud, la xenofobia, la desigualdad, la misoginia, el bullying. Mientras la sociedad continúe encadenada al imperio de los prejuicios persistirá la violación de los Derechos Humanos y la guerra. Incluso este imperio ha desencadenado suicidios.
LECCIÓN DOS: EL PREJUICIO COMO APARATO DE DOMINACIÓN SOBRE LAS MASAS. “No repliques patrones, si lo haces serás esclavo de la alienación sistemática”
La alienación sistemática deriva en los aparatos de dominación comandados por un patriarca: el machista, el misógino, el racista, el esclavista, el dictador, lo son porque hay otros como ellos que los apoyan y justifican sin generar ningún tipo de reflexión, su principal motivación es el odio y la segregación que surgen del prejuicio para mantener su poder.
Para el ejército de la alienación es incuestionable el sistema de poder al que se mantiene encadenado, esta maquinaria normaliza la violencia y la represión, es el caso de la dominación ejercida sobre las mujeres en culturas antiguas como China, Grecia y Roma, todas ellas, tenían en común la restricción de Derechos femeninos, en estas culturas limitar y hasta esclavizar a las mujeres era perfectamente normal.
Todos estos patrones motivados por prejuicios sociales se reprodujeron en la sociedad, y con mayor ahínco en el mundo occidental, el patriarcado convirtió a la mujer en un objeto sin Derechos, sin libertades. Sin embargo, existieron mujeres que se atrevieron a cuestionar el prejuicio, emprendieron luchas contra el ejército de la alienación, entre ellas, Elizabeth Cady, Lucretia Mott, Clara Zetkin, Rosa Luxemburgo, Hannah Arendt, entre otras que aun siendo objeto de persecución lograron visibilizar el peligro del prejuicio.
Peligro útil a la dominación practicada por el ejército de la alienación, un ejemplo histórico fue la maquinaria Nazi, posible por la instalación social del prejuicio contra los judíos; se sembró en los alemanes ideas preconcebidas sobre su superioridad racial que conllevaron al crimen en masa.
Resultado de los prejuicios, las mujeres Nazis se unieron al ejército de la alienación como objetos para la maternidad de los “superhumanos”, desde las campesinas hasta las mujeres de élite se adhirieron a la maquinaria del emergente nacionalsocialismo, lo hicieron con plena devoción al patriarcado comandado por el führer.
Este nivel de irracionalidad se mantiene en la historia de la humanidad, afectó principalmente a las mujeres, víctimas de la exclusión del ámbito público y la limitación al ámbito de lo doméstico o privado. Numerosos son los ejemplos históricos que excluyen y discriminan a las mujeres como consecuencia del imperio de los prejuicios.
La opresión, los arquetipos de la mujer ideal como madre y esposa, la explotación doméstica y sexual, hacen parte de un patrón replicado social y culturalmente, desde la antigüedad hasta el día de hoy. Estos esquemas se mantienen por el nivel de alienación de la población incapaz de cuestionar el orden instituido.
LECCIÓN TRES: LA CAÍDA DEL PREJUICIO SERÁ LA CAÍDA DEL REINO DE LA IGNORANCIA. “Vence la ignorancia, si lo haces serás libre”
Los síntomas de los esclavos y esclavas de la alienación sistemática son: la irreflexividad, la resistencia a la argumentación racional, la ausencia de criticidad, la pérdida de conexión con la realidad y la ignorancia que convierte a las personas en entes sin conciencia prisioneras de un sistema de poder. Es el caso, del ejército de los ismos negativos: “racismo” “patriarcalismo” “clasismo” “nazismo” “machismo” “antisemitismo” el ejército de las fobias: “los xenofóbicos” y “homofóbicos” y los soldados de odios infundados como “los misóginos” odian a las mujeres sólo por serlo, ¿Qué lógica hay en ello?.
¿Qué más puede haber sino ignorancia detrás de los prejuicios y fobias sociales? ¿No es acaso un ignorante? Quien: se cree un ser superior, o con derechos sobre la vida de otros y otras, desprecia y maltrata a las mujeres o a la población con identidad de género diversa, cree que la discriminación es justificable, desconoce la equidad entre los géneros, defiende la violencia de género, prejuzga sin conocer, odia sin razón, se vale de los estereotipos para excluir.
De ignorantes está compuesto el ejército de la alienación, es tiempo de destituir de su trono al prejuicio social, la caída de este vasto imperio será la caída de la ignorancia; las armas contra el prejuicio son: el sentido crítico, la desnaturalización de las violencias, la transformación de los imaginarios sociales, la deconstrucción de estereotipos, la capacidad de aunar esfuerzos para lograr la equidad entre los géneros y la construcción de paz.
LA DESAPARICIÓN DEL PREJUICIO SOCIAL ES EL INICIO DE UNA VIDA LIBRE DE VIOLENCIAS Y DISCRIMINACIÓN.