La segunda final de La Liga Profesional Femenina de Fútbol se jugó el 31 de mayo del 2018, Atlético Huila vs Atlético Nacional  se disputaron este encuentro, la sorpresa de este torneo fue que Atlético Nacional, un equipo que apenas había ingresado al campeonato llegará a la final, se disputaron los 180 minutos, todo parecía ser para las nuevas jugadoras de un club que ha cosechado tantos éxitos locales como internacionales. Pero el final no fue lo esperado para estas mujeres, perdieron en la tanda de penaltis con un resultado de 3 para las opitas y 0 para las cafeteras, lo que para muchos es una suerte, para Daniela Solero la arquera del equipo de Huila no, ella fue la gran protagonista de la noche tapando dos penaltis. 

La copa se las llevó ellas, pero el fútbol da muchas revanchas y para Carolina Arbeláez, quien fue la capitana del equipo de Atlético Nacional en tiempo,  es una frase que tiene instaurada desde que empezó a jugar este deporte. Ella cumplió uno de sus mayores sueños, jugar en el club de sus amores, lograr cautivar  con sus pases, con sus regates y con una buena idea del juego. Llegaron a la final del campeonato siendo un poco desconocidas, pero poco a poco y mostrando un fútbol cautivador se fueron ganando el amor de los hinchas, de las barras más históricas de Nacional  y de todo un país que todavía no aprecia el Fútbol Femenino.

Carolina Arbeláez es una deportista de alto rendimiento,   nació en Rionegro Antioquia tiene 26 años y en el 2018  jugaba como profesional para el Club Atlético Nacional portando la capitanía de su equipo con mucho orgullo, en su dorsal vestía la número 2, es mediocampista volante 6, tiene un futuro brillante entre sus pies, es una mujer muy centrada tanto en su vida como en lo profesional. 

La primera temporada que vivió en Atlético Nacional la definió con una palabra “Creer” ella junto a todo su equipo creyeron en sí mismas, tenían la esperanza de ser la revelación del torneo, tuvieron la convicción de ser las mejores y casi se llevan la copa a casa, tanto fue el éxito que de esa temporada que Carolina Arbeláez  se consagró como la mejor jugadora de la Liga Profesional Femenina de Fútbol. 

Para Carolina el apoyo de su familia ha sido fundamental en el crecimiento de ella, especialmente en el fútbol, para ella es muy especial que ellos siempre estén en la tribuna, alentando, brindándole todo ese amor, que una deportista de alto rendimiento necesita para superar todas las adversidades que encuentra. Desde que tiene recuerdos Carolina ha estado con un balón en sus pies, creció jugando con sus primos al fútbol en el barrio, aunque el padre de ella siempre estuvo de acuerdo, a la mamá de Carolina, no le llamaba mucho la atención e intentó por diferentes formas que Carolina escogiera otro deporte. Hasta que se dio cuenta que la pasión de esta mujer era el fútbol.  La ingresó en una escuela de fútbol de Sabaneta llamada  Futsasa; Ahí conoció a Daniela Montoya,  “su hermana” y una gran camada de jugadoras, como a uno de sus primero entrenadores Luis Guillermo Velázquez que para ella representa una gran ayuda en todo su crecimiento futbolístico. 

A la edad de 17 años ella tuvo que tomar una de las decisiones más  grandes en su vida; El fútbol o la aviación, ya que después de haber terminado el bachillerato se presentó a la Escuela de Aviación de los Halcones y tuvo la fortuna de pasar a esta institución. Ese mismo año la llaman por primera vez a pertenecer a la selección Colombia Sub17. Decidió lo que más le hacía feliz, jugar al fútbol, participando en el  mundial de Azerbaiyán, en ese campeonato se da cuenta de que los sueños sí se cumplen.

Con lo vivido en la selección empieza a escalar una larga montaña, participa del sudamericano en Uruguay. Siempre tuvo el sueño de jugar al lado de Natalia Gaitán, Daniela Montoya, Catalina Usme, y en el 2014 tuvo su primer llamado para pertenecer a la selección Colombia de mayores. Participó en la Copa América, y en ese campeonato se logró destacar como una de las mejores. Tanto fue el éxito cosechado que dentro del el público estaba una entrenadora de los Estados Unidos que le ofrece la oportunidad de jugar en su equipo universitario de  Baylor, estuvo todo el 2015 y fue campeona con la universidad. 

En el 2017 debuta como profesional en el Envigado Fútbol Club, luego de esta experiencia en Envigado se regresa a Estados Unidos, y empieza a trabajar en otras de sus pasiones, la cocina, luego de seis meses separada de su familia se regresa a Colombia y  en Diciembre del 2018 recibe una llamada y le ofrecen jugar en el equipo de sus amores, Atlético Nacional. Esta mujer vive, come y ama el fútbol se le nota en como habla de él, en su forma de expresarse por este deporte. Tiene sus ídolos como lo es el Argentino Leonel Messi y le guarda mucha admiración a  Natalia Gaita, Carli Lloyd, y su compañero de equipo Jorman David Campuzano. 

La evolución del fútbol femenino

El fútbol femenino durante muchos años ha sido marginado, despreciado y muy poco valorado. Todo hace parte de la cultura machista de algunos colombianos que piensan que el deporte pertenece única y exclusivamente a los hombres, especialmente el fútbol. Las mujeres han sido tratadas como marimachos y poco femeninas por practicar algún tipo de deporte. Pero las percepciones van cambiando, la mujer está tomando un camino muy importante en el reconocimiento del deporte en general, como lo son Mariana Pajón y Caterine Ibargüen que representan al pueblo colombiano cada año en las competiciones internacionales y han ganado medallas de oro en los juegos Olímpicos. El fútbol femenino también está tomando nuevos aires,  desde que se estrenó en Colombia la Liga Profesional de Fútbol, pero falta mucho recorrido. Hay que apropiarse del deporte femenino, apoyar a todas las jugadoras que cada día dan su vida por su pasión.  

Pero aun así hay una profunda brecha salarial entre las mujeres y hombres en todo el deporte, según el ranking que muestra los 100 deportistas mejor pagados del mundo, en el 2020 en una lista donde solo se encuentran 3 tenistas. En el fútbol pasa lo mismo, aunque de una forma más escandalosa,  haciendo una comparación entre dos figuras a nivel mundial  como son los 10 de la selección de Brasil;  Marta Vieira da Silva la ganadora del balón de oro, acumula más de 100 goles con la selección  de Brasil y Neymar da Silva Santos Júnior que no ha ganado un balón de oro en toda su carrera futbolística, tiene un registro de 64 goles en la selección. El gana 137 salarios mínimos anuales y ella gana 1,9 salarios mínimos anuales, son cifras que denotan la desigualdad de género que hay en el deporte a nivel mundial. 

Carolina tiene un gran futuro en el fútbol, tiene deseos de volver a retomar sus estudios porque sabe muy bien que las mujeres en Colombia todavía no pueden vivir de fútbol. Ella le manda un mensaje a todo el público colombiano para que crean en el fútbol femenino, valoren lo que estas mujeres hacen en la cancha y fuera de ella, y obviamente para que asistan a los estadios cuando la pandemia lo permita, vean como este fútbol va evolucionando, para que nuevas generaciones puedan disfrutarlo sin ningún tipo de estereotipos.