Se puede entender la polarización política como la divergencia de actitudes políticas entre dos extremos ideológicos. Esta divergencia es marcada y se mantiene en el tiempo de manera relativa; diferenciados por maneras de ver el mundo sustancialmente contrarias, en Colombia la polarización en un principio junto a las tendencias liberales y conservadoras ampliamente definidas de la izquierda extrema, de la derecha extrema y del centro se han venido incrementando relativamente. Sin embargo, la influencia de la ultraderecha posicionada durante décadas en el país así como el componente religioso arraigado en la sociedad tradicional colombiana es de notoria disposición. De acuerdo a los datos de la Encuesta Mundial de Valores indicó que, a la pregunta si se consideraban de izquierda donde sería 1 o de derecha que sería 10. El 88,3 de los encuestados se autoidentificó en valores desde el 5 hasta el 10. Sin embargo la dispersión no es alta y la mayoría de las personas se consideran de centro - derecha. También es particular que la gente que se define políticamente liberal manifiesten juicios moralistas en contra del aborto, del matrimonio y adopción igualitaria, entre otros, rechazando en general posiciones políticas en temas sociales. A pesar de esto, las discusiones políticas en una Colombia polarizada no tiene mayor influencia en la vida de los colombianos, al final de todo esto, debe ser la falta de ideas.
El debilitamiento de la función representativa de los partidos y movimientos políticos en Colombia , abarcan temas como la inclusión, la expresión y la agregación de demandas sociales, a formación y capacitación de sus afiliados y dirigentes, la promoción de una cultura política, y la compenetración de los partidos con la sociedad; lo cual constituye otro de los grandes retos que estos deben enfrentar. Si bien las falencias de los partidos para incorporar a diferentes sectores y las responsabilidades de los sectores sociales han sido evidentes, la responsabilidad también recae en la sociedad civil. de igual modo, hay que responsabilizar los recientes acuerdos de paz, que también han influido a una división clara de idealismos políticos, que de manera ideal se anhelaba que constituirían por el contrario en un tema de unión e igualdad.
Luego de un acuerdo de paz firmado en 2016, es importante anotar que un principio fundamental en el acuerdo o indirectamente en el conflicto armado, deberían comparecer ante el Tribunal para la Paz y la Comisión de la Verdad creados para este fin. La lógica era que el aporte a la verdad contribuye al desmantelamiento de las estructuras criminales ,que aún existen, responsables de los crímenes, incluyendo sus financiadores, como base para la reconciliación y el establecimiento de garantías de no repetición. Sin embargo, las modificaciones realizadas por el Uribismo van a evitar la vinculación y comparecencia que pueden ser clave para esclarecer la verdad. Acciones que cada día se les facilita, en un país que mayormente se encuentra derechizado y donde los fanáticos han hecho un nido de frente en la ultraderecha y sus cabezas, es fácil sembrar el odio y el horror y acabar cualquier posibilidad de paz.
Pero lo que deseamos muchos otros colombianos es acabar con la violencia, porque las armas no las portan sólo quienes llevan uniforme. La violencia ha sido agasajada por la ultraderecha en un país con las venas abiertas de violencia. Situación insostenible e inaceptable el dolor atraviesa todos los niveles sociales de los pobladores del país.
Es urgente dejar atrás el fatalismo de la guerra prolongada y creer en que otro país es posible. Que el mal poder puede desterrarse
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REFERENCIAS
FOTOGRAFÍAS - ADRIANA MARTÍNEZ
Desafíos y estado futuro de la convivencia en Colombia al 2025, Bello, Montes Catalina.