El comunismo cubano aborrecía a los gays y lesbianas. Durante la revolución se les asignó trabajos forzados, en un intento por reprimir y evitar la homosexualidad, situación que aceptó Fidel Castro, asumiendo su responsabilidad, durante una entrevista para CNN en el 2010.
A la fecha, Cuba tiene uno de los códigos familiares más progresistas de la región. Se ha aprobado el matrimonio igualitario a través de referéndum, donde una mayoría ha aceptado el derecho al matrimonio del mismo sexo, adopción por parte de parejas homosexuales y ha ampliado los derechos de mujeres y ancianos.