Las investigaciones y trabajos serios se basan en evidencia, hechos corroborables que se circunscriben a un periodo histórico de la humanidad. Las luchas por los derechos igualitarios para las mujeres en nuestra sociedad tienen siglos de demanda constante y al parecer, si bien ha obtenido logros no ha sido suficiente. Elucubrar o teorizar sobre cómo sería un mundo liderado por una mayoría femenina, es mera especulación y alucinada utopía. ¿Vale la pena revisarlo?
La Unión Interparlamentaria publicó en marzo de 2021 un estudio que analizaba la situación de las mujeres en puestos de poder, en dicho estudio concluía que los avances en materia de género y las altas esferas políticas se habían ralentizado y es que según las cifras de 193 países solo 22 mujeres son jefes de Estado o presidentas de un gobierno.
La cifra de 22 mujeres en cargos de liderazgo de naciones solo significa un aumento de dos mujeres en comparación al año anterior, un resultado exiguo si las comparamos a nivel global con un 5,9% de jefas de Estado (9 de 152) y un 6,7% de responsables de Gobierno (13 de 193). Una barbaridad de diferencia, efectivamente.
Y cuando se plantean números no es solo para una lectura fría de los mismos sino la posibilidad de un análisis estructural de la participación política de la mujer y el acceso a los cargos de máxima autoridad de un país. Muchos especialistas en género han planteado que solo podemos tener una representación real e igualitaria si las mujeres ocupan más jefaturas de Estado, más ministerios, más curules en los parlamentos. Esa es la real representación de una sociedad que tiene más de un 50% de una población femenina.
Pero, también, cuando hablamos de una representación más igualitaria debemos considerar no a la mujer en general sino a las mujeres en toda su diversidad, a aquellas que son de comunidades indígenas, a las afroamericanas, a las inmigrantes, a las discapacitadas, etc. Porque solo podremos hablar de una sociedad equitativa cuando pensemos en todas las necesidades, más allá de solo ser mujer.
¿Cómo van los países?
Es interesante revisar los puestos de poder en el mundo y cómo los países del mundo presentan ciertas particularidades de acuerdo a sus muy particulares idiosincrasias. Por ejemplo, Europa ostenta el liderazgo con 5 de las 9 nueve jefas de Estado y 7 de las 13 responsables a cargo de un Gobierno. Un destaque especial lo muestran los cuatro países nórdicos europeos- Dinamarca, Finlandia, Islandia y Noruega- ya que todos ellos están dirigidos por mujeres.
Lo negativo en el 2021, fue el descenso de 14 a 13 en 2021 en los países que cuentan con paridad ministerial o representación femenina superior a esa cifra. En cuanto a la representación parlamentaria femenina global la más importante corresponde a Nicaragua con casi un 59% de mujeres, seguida de cerca por cuatro países europeos: Austria, Suecia, Bélgica y Albania. Rwanda, con casi un 55%, ocupa la sexta posición, Costa Rica la séptima y Canadá la octava. Andorra, España, Finlandia, Francia y Guinea-Bissau ocupan el resto de las plazas con igual número de parlamentarios y parlamentarias.
La democracia y las economías mundiales
La democracia en América Latina y el mundo constituye un real problema en la actualidad, en los procesos electorales de los últimos veinte años se ha instalado una teoría conspirativa del fraude que ha dañado la institucionalidad de los países, afectando con ella la gobernabilidad y la democracia.
Asimismo, los discursos polarizados se han incrementado de una manera casi demencial en las redes sociales pasando a hacerse factibles en las calles a través de protesta sociales de grave confrontación y odio. Los países siguen siendo dominados por líderes masculinos, no sabemos si estas realidades que afectan las sociedades podrían ser mejor conducidas o afrontadas, si tuviésemos una mayoría femenina liderando este planeta. Como planteábamos al inicio, eso es una especulación.
El único hecho real es que actualmente existen problemas gravitantes sobre los principios democráticos, las formas de liderazgo, la organización de las sociedades y la igualdad paritaria y, bueno, el mundo es dominado por hombres.
Legado
Y si queremos mirar hacia atrás examinando cómo se originaron las más sublimes situaciones de beneficio para la humanidad solo basta nombrar dos mujeres que son el prólogo de una serie de eventos claves para nuestras sociedades modernas.
Anna Eleanor Roosevelt fue una activista por los derechos humanos, es probablemente una de las líderes que mayor influencia ha ejercido durante el siglo XX. Su legado para la democracia y para una sustanciosa mejora del reconocimiento a la persona humana, es innegable su activa participación en la formulación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
Indira Gandhi fue una gobernante india que ejerció el poder como Presidenta del Partido del Congreso (1959-1984) y Primera Ministra de la India (1966-1977, 1980-1984) durante quince años.
Su legado como mujer en la política ha sido no solo de gran trascendencia para el género, dado que como pensadora libre favoreció el papel de la mujer independiente al alcanzar sus logros en una sociedad extremadamente patriarcal. Ha sido de suma relevancia para la sociedad en su defensa de los derechos de las minorías.
Quizá no podemos afirmar cómo sería el mundo liderado por una mayoría femenina, pero podemos decir cómo va mientras no son las mujeres quienes están al mando. Quizá averiguarlo y corroborar la teoría planteada al inicio, resulte importante o quizá no, por lo menos más representativa e igualitaria, sí.