Se trata de una mujer de 47 años sobreviviente de cáncer y paciente que ha registrado el contagio más largo por coronavirus que se ha documentado hasta la fecha.
Los primeros síntomas, reportados en la primavera de 2020, fueron tos y falta de aire. Posteriormente en invierno, cuando se supone que la mujer debía haberse recuperado de la mayoría de los síntomas, continuó con oxígeno en su casa.
Pero no fue así. El contagio de esta mujer, que duró casi un año siendo positiva, resultó ser un caso de estudio único sobre cuánto tiempo puede durar una infección por coronavirus activa y cómo puede evolucionar el virus en el cuerpo.
“Nussenblatt explica que además de los síntomas persistentes del contagio, como la tos por ejemplo, esta mujer era una paciente sobreviviente del cáncer y había sido tratada tres años antes con éxito mediante un procedimiento agresivo. Se trata de la terapia de células CAR-T, no obstante señaló que, de acuerdo con Nussenblatt, el tratamiento al que fue sometida su paciente había provocado que en su organismo se registraran muy pocas células B, conocidas por ser un tipo de célula inmunitaria que genera anticuerpos y contribuye al sistema inmunológico a funcionar normalmente.