“La corrupción ataca a la educación, porque esta es su peor enemiga,
la educación la desafía de frente y por eso es la mejor disidente”

Dispositivo cruel de corrupción que produjo la desconexión de miles de niños, niñas y jóvenes, que viven en territorios apartados, andamiajes descompuestos que fácilmente rompen la promesa de internet gratuito para los colegios públicos, cinismo institucional bajo el cual los recursos públicos terminan en “paraísos fiscales”, mientras la corruptela pisotea las escuelas y entierra los sueños virtuales.

Con este nivel de corrupción es imposible pensar que está cercana la igualdad, y menos aún la equidad de género, es tan difícil reducir las brechas digitales, la distribución en el acceso a las TIC sigue siendo desigual. Todo fue un infame desfalco a los sueños de la niñez y juventud, orquestado con engaños y total desfachatez. Este atraco a los recursos públicos es VIOLENCIA y afecta directamente a los niños y las niñas de este país.

Es violencia contra la niñez, porque vulnera sus derechos fundamentales a la educación y al desarrollo; es violencia de genero, porque retraza la reducción de brechas que perjudican más a las mujeres; es violencia institucional, porque se ejerce en nombre del Estado, contra la población más vulnerable; y es discriminación tecnológica, porque excluye a una parte de la población, privandola de recursos esenciales para el progreso.

Los setenta mil millones de pesos del escándalo de corrupción de MinTIC, se convirtieron en setenta mil millones de razones para cuestionar y rechazar tal degradación y exigir no sólo una explicación, sino justicia, es un crimen que ultraja las posibilidades de progreso que se reflejan en el derecho al acceso a las tecnologías de la información y las comunicaciones y la educación con enfoque de género, que hoy están más lejanas que nunca, por cuenta de las terminales corruptas que operan en este país. 

Parece que los sueños de conexión, se convirtieron solo en emisores y receptores de corrupción, es una forma de agresión contra la niñez y juventud, que debe ser sancionada. Hoy tenemos setenta mil millones de razones que se suman a la infinidad de inconformismos sociales frente a tan altos niveles de corrupción, impunidad y violación de derechos. El desfalco en MinTIC, significa un retroceso en el acceso a la virtualidad que hoy es una necesidad esencial, lo que genera aislamiento social, incomunicación y barreras de conocimiento.

“Que estas setenta mil millones de razones nos sirvan para luchar  contra la obtusidad de un sistema corrupto y criminal”.