Entre 2009 - 2019, Brasil registró unas cifras alarmantes de afro - feminicidio, estudio realizado por el instituto de Pesquisa Económica y Aplicada (IPEA) y el Foro Brasileño de Seguridad Privada (FBSP) publicado en el Atlas de violencia 2021, se está hablando de que el 66% de las mujeres, presuntamente asesinadas corresponde a la etnia negra. Esta investigación detalla que en 11 años, los presuntos feminicidios menguaron en un 27% sin embargo, a pesar de su disminución del 17,3% respecto a 2018, se pasó de 4.519 a 3.737 presuntos feminicidios a mujeres afrodescendientes.
Así mismo, se evidenció que la tasa de homicidios de mujeres no pertenecientes a mujeres afro fue de 2.5 por cada 1000.000, mientras que la tasa de mujeres afrodescendientes fue de un 4.1 para un riesgo de 1.7 veces más grande y preocupante, estos sucesos se dan a cabo en el interior de los hogares, lo cuál refleja que hay una tendencia creciente respecto a violencia doméstica en la mujer. Las cifras expuestas en la investigación expresan que los presuntos homicidios se dan acabo en situaciones de violencia doméstica, familiar, desprecio o discriminación, además de la violencia callejera y robo.
Especialistas expresan que las mujeres negras están expuestas a otros factores de violencia tales como, desigualdades socioeconómicas, conflictos familiares, racismo, intolerancia religiosa y conflictos matrimoniales. De igual manera se puede asociar al racismo cómo el punto principal de violencia y desigualdad que viven las mujeres afro. La discriminación y la subordinación son elementos históricamente construidos que llevan a las mujeres afrodescendientes a una mayor inseguridad.