La Salsa ha sido unos de los descubrimientos socioculturales más importantes de América Latina durante los 70tas; como su expresión estética se desarrolla entre la legitimidad de su origen popular y su mercantilización como producto cultural, ésto debido a que dentro de las tendencias contradictorias que caracterizaron la modernidad, han otorgado una ambigua capacidad simbólica entre asimilación y resistencia. Así que al expresar de manera intensa acontecimientos de ese tiempo y confrontarlo al presente en el cual se desarrollaba una intensa migración puertorriqueña a Estados Unidos en lugares inmersas en Rock and Roll como lo era en ese entonces la ciudad de Nueva York.
Estas dos músicas que impugnan nociones nocivas del progreso de la modernidad, de manera diferente, con una distinta concepción del tiempo y un distinto arreglo entre pasado, presente, futuro, siempre y cuando se reafirmará el fundamento del presente como orígenes y utopía.
A comienzos de los años cincuenta estas comunidades migratorias se caracterizaron por ser pobladores de barrios hegemónicos y periféricos de la ciudad de San juan; hombres y mujeres de donde la música que había sido siempre del barrio popular que compone el sentido urbano/ industrial moderno, símbolo de identidad social y donde se evidencia por medio del goce físico y el cuerpo festivo la resistencia cultural. Siendo estos espacios de resistencia representaciones de los lazos afectivos y solidarios que reconstruyen vínculos y crean nuevas conexiones culturales e imaginarios por medio de la Salsa que apela a identidades móviles y desterritorializadas y remiten a la libertad tanto con el cuerpo a la hora de la expresión y como con la persona que se reivindica en un universo cultural popular, necesario, presente y vigente.
Por otro lado, la Salsa ha remitido a una dinámica de desplazamientos tanto geográficos como sociales, simbólicos e imaginarios que proporcionan esa flexibilidad socio-cultural posmoderna que atiende a las exigencias del mercado existente en ese entonces, y por medio del sentido comunitario de la salsa logra la interacción performática entre músicos, cantantes y bailadores que establecen una relación que destaca la igualdad y la dependencia entre sí, resaltando la primacía del sentido grupal sobre el individual.
Y así es como la Salsa en representación del tiempo y el espacio va a atravesar por diferentes culturas y matices musicales, desde una evocación del África Profunda, hasta alusiones a la esclavitud (“Zafra” R Rey B Cruz. “Plantacion adentro” Ruben Blades) pasando por las reminiscencias de los campesinos caribeños del siglo XX “Cosas Nativas” Frank Ruiz. La migración a Nueva York (“Voló” Rafael Hernández - Willie Colón) l cotidianidad urbana y rural (“La pobreza y Yo” Sonora Ponceña) o la violencia del barrio
( “Calle Luna Calle Sol” Willie Colon - Hector Lavoe). Angel Quintero Rivera.
Referencias:
Fotografías: Adriana Martínez
De nuevo al barrio: imaginarios salseros y ciudad global. ENCUENTRO LATINOAMERICANO DE FACULTADES DE COMUNICACIÓN SOCIAL - MESA 15 Globalización, mercado e industrias culturales, ¿resistencia o simulacro? . 2006
Salsa Identidad y Globalización. Redefiniciones Caribeñas a las Geografías y el Tiempo. Angel Quintero Rivera. Revista Transcultural de Música. 2002
La Salsa una Memoria Historia Músical. Alejandro Ulloa- Facultad de Artes Integradas. Universidad del Valle.