RSE con perspectiva de género

June 9, 2019
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La puesta en marcha de iniciativas de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) se está convirtiendo en un asunto cada vez más de carácter estratégico no sólo en las grandes corporaciones, sino también en pequeñas y medianas empresas, pasando de ser un tema obligado o de moda a una inversión.

El término RSE surge en Estados Unidos en la década de los 50, a la luz de diversos conflictos mundiales como la Guerra de Vietnam, el apartheid y la posguerra mundial. Howard R. Bowen, con su obra Social Responsabilities for the Businessman (1953), es quien marca el inicio de esta reflexión y a quien se le denomina como el padre de la RSC.  

La Responsabilidad Social Empresarial hace referencia a que las compañías tienen un grado de responsabilidad no sólo por las consecuencias económicas de sus actividades, sino también por las implicaciones ambientales y sociales. Es un término que ha ganado trascendencia en los últimos tiempos, al ser más conscientes que vivimos en un mundo donde los recursos son limitados y las oportunidades no son para todos, de manera que contempla el diseño de iniciativas que no sólo generen valor para el accionista, sino para todos los stakeholders. Busca garantizar que la forma de manejar los negocios sea ética y tenga en consideración los derechos humanos.

Aunque tradicionalmente la agenda relacionada con el cumplimiento de los derechos humanos se les ha otorgado a los gobiernos, existe una creciente aceptación de que la garantía de los derechos humanos es relevante en los aspectos económicos, sociales y ambientales de la actividad empresarial. Es así como las empresas no sólo tienen el deber de garantizar los derechos humanos de sus grupos de interés, sino que también tienen la oportunidad de fomentar los derechos de aquellas comunidades en situación de vulnerabilidad.

Afortunadamente, cada vez son más las organizaciones que se han dado cuenta que esto no constituye un mero acto de filantropía, sino que representan beneficios asociados a  una mejor imagen y reputación, un fortalecimiento de marca, a contar con licencia social para operar, a la gestión de los riesgos, a una mayor productividad entre los empleados y competitividad al generar valor agregado.

La gestión en responsabilidad social tiene muchas aristas, pero sin duda, orientarla para promover la igualdad de género es una de las más relevantes hoy en día. ¿Por qué? Tal como me referí en mi artículo previo “Licencia a la maternidad, un llamado a la igualdad”, en las últimas décadas se ha evidenciado un incremento significativo  en las tasas de participación femenina, el cual no se ha visto compensado con una mayor participación de los hombres en las tareas del hogar, generando un desbalance entre trabajo y familia. Por otro lado, según la OIT, pese al aumento en la participación laboral femenina evidenciado en los últimos tiempos, las mujeres continúan teniendo menores posibilidades de participar en el mercado de trabajo, pues, por cada 10 hombres que trabajan, sólo seis lo hacen. ¿Es justo? Claramente no, y sobre todo si la mujer es, además, cabeza de familia sin un compañero que le ayude a llevar las riendas del hogar.     

Una vez, alguien me preguntó, a modo de reflexión, si aquellas empresas que preferían contratar mujeres no estaban cometiendo un acto de discriminación contra los hombres. Considero que más que un acto de discriminación, es un gesto de reivindicación a favor de la mujer, quien muchas veces acarrea todas las responsabilidades del hogar, pero al mismo tiempo no tiene ningún tipo de oportunidad laboral. Es por eso que hoy quisiera exaltar a compañías como  Bavaria y Crepes & Waffles - entre muchas otras-, que han optado por darle la oportunidad a las mujeres de hacer crecer no sólo a sus organizaciones, sino a ellas mismas.

Por su parte, la cervecería Bavaria implementó el programa “Creciendo por un sueño”, el cual busca empoderar en 2020 a 50.000 mujeres tenderas o que sueñan con serlo. Pretende que hagan crecer sus negocios al tiempo que puedan cumplir con sus compromisos familiares a través de capacitación, acceso a servicios financieros y educación para los hijos. Las beneficiarias tienen la oportunidad de participar para conseguir medias becas para la educación de sus hijos o de ingresar a un plan semilla de ahorro, en el que por cada peso ahorrado por ellas, Bavaria pone otro. Adicionalmente, reciben capacitación en temáticas relacionadas con la buena gestión de negocio y tienen acceso a bancarización, microcréditos y microseguros.

A continuación el testimonio de Yenny de Avila, tendera barranquillera:

Crepes & Waffles, la reconocida cadena de restaurantes, promueve la contratación de personal femenino, particularmente si son cabezas de hogar (se encuentran en soltería o han sido abandonadas por sus parejas). Les proporcionan distintos beneficios como: préstamos sin tasas de interés para vivienda, asesoría en compra de inmuebles, medicina prepagada, seguro de vida, actividades recreativas para ellas y sus familias, entre otros.

A continuación, el testimonio de Lilibeth, colaboradora de la empresa:    

En un mundo más colaborativo y más consciente, todas las organizaciones tienen el maravilloso poder de transformar vidas, ¿en tu empresa qué están haciendo?

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December 15, 2018

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La puesta en marcha de iniciativas de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) se está convirtiendo en un asunto cada vez más de carácter estratégico no sólo en las grandes corporaciones, sino también en pequeñas y medianas empresas, pasando de ser un tema obligado o de moda a una inversión.

El término RSE surge en Estados Unidos en la década de los 50, a la luz de diversos conflictos mundiales como la Guerra de Vietnam, el apartheid y la posguerra mundial. Howard R. Bowen, con su obra Social Responsabilities for the Businessman (1953), es quien marca el inicio de esta reflexión y a quien se le denomina como el padre de la RSC.  

La Responsabilidad Social Empresarial hace referencia a que las compañías tienen un grado de responsabilidad no sólo por las consecuencias económicas de sus actividades, sino también por las implicaciones ambientales y sociales. Es un término que ha ganado trascendencia en los últimos tiempos, al ser más conscientes que vivimos en un mundo donde los recursos son limitados y las oportunidades no son para todos, de manera que contempla el diseño de iniciativas que no sólo generen valor para el accionista, sino para todos los stakeholders. Busca garantizar que la forma de manejar los negocios sea ética y tenga en consideración los derechos humanos.

Aunque tradicionalmente la agenda relacionada con el cumplimiento de los derechos humanos se les ha otorgado a los gobiernos, existe una creciente aceptación de que la garantía de los derechos humanos es relevante en los aspectos económicos, sociales y ambientales de la actividad empresarial. Es así como las empresas no sólo tienen el deber de garantizar los derechos humanos de sus grupos de interés, sino que también tienen la oportunidad de fomentar los derechos de aquellas comunidades en situación de vulnerabilidad.

Afortunadamente, cada vez son más las organizaciones que se han dado cuenta que esto no constituye un mero acto de filantropía, sino que representan beneficios asociados a  una mejor imagen y reputación, un fortalecimiento de marca, a contar con licencia social para operar, a la gestión de los riesgos, a una mayor productividad entre los empleados y competitividad al generar valor agregado.

La gestión en responsabilidad social tiene muchas aristas, pero sin duda, orientarla para promover la igualdad de género es una de las más relevantes hoy en día. ¿Por qué? Tal como me referí en mi artículo previo “Licencia a la maternidad, un llamado a la igualdad”, en las últimas décadas se ha evidenciado un incremento significativo  en las tasas de participación femenina, el cual no se ha visto compensado con una mayor participación de los hombres en las tareas del hogar, generando un desbalance entre trabajo y familia. Por otro lado, según la OIT, pese al aumento en la participación laboral femenina evidenciado en los últimos tiempos, las mujeres continúan teniendo menores posibilidades de participar en el mercado de trabajo, pues, por cada 10 hombres que trabajan, sólo seis lo hacen. ¿Es justo? Claramente no, y sobre todo si la mujer es, además, cabeza de familia sin un compañero que le ayude a llevar las riendas del hogar.     

Una vez, alguien me preguntó, a modo de reflexión, si aquellas empresas que preferían contratar mujeres no estaban cometiendo un acto de discriminación contra los hombres. Considero que más que un acto de discriminación, es un gesto de reivindicación a favor de la mujer, quien muchas veces acarrea todas las responsabilidades del hogar, pero al mismo tiempo no tiene ningún tipo de oportunidad laboral. Es por eso que hoy quisiera exaltar a compañías como  Bavaria y Crepes & Waffles - entre muchas otras-, que han optado por darle la oportunidad a las mujeres de hacer crecer no sólo a sus organizaciones, sino a ellas mismas.

Por su parte, la cervecería Bavaria implementó el programa “Creciendo por un sueño”, el cual busca empoderar en 2020 a 50.000 mujeres tenderas o que sueñan con serlo. Pretende que hagan crecer sus negocios al tiempo que puedan cumplir con sus compromisos familiares a través de capacitación, acceso a servicios financieros y educación para los hijos. Las beneficiarias tienen la oportunidad de participar para conseguir medias becas para la educación de sus hijos o de ingresar a un plan semilla de ahorro, en el que por cada peso ahorrado por ellas, Bavaria pone otro. Adicionalmente, reciben capacitación en temáticas relacionadas con la buena gestión de negocio y tienen acceso a bancarización, microcréditos y microseguros.

A continuación el testimonio de Yenny de Avila, tendera barranquillera:

Crepes & Waffles, la reconocida cadena de restaurantes, promueve la contratación de personal femenino, particularmente si son cabezas de hogar (se encuentran en soltería o han sido abandonadas por sus parejas). Les proporcionan distintos beneficios como: préstamos sin tasas de interés para vivienda, asesoría en compra de inmuebles, medicina prepagada, seguro de vida, actividades recreativas para ellas y sus familias, entre otros.

A continuación, el testimonio de Lilibeth, colaboradora de la empresa:    

En un mundo más colaborativo y más consciente, todas las organizaciones tienen el maravilloso poder de transformar vidas, ¿en tu empresa qué están haciendo?

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