Una mirada rápida a la historia humana en los últimos años nos muestra claramente que siguiendo siglos de dominación masculina, hemos entrado en una era de cambios intensos a los patrones sociales existentes.
Ritmo de Capital Femenino: Liberarse de las limitaciones
Alentando el proceso de liberarse de los sacrificios y limitaciones que las mujeres han hecho para encajar en el mundo del trabajo masculino, estamos aquí hoy para ayudar a mujeres poderosas a que logren liberarse de las restricciones físicas y emocionales que les impiden disfrutar plenamente de su vida y del éxito y la riqueza. Busca identificar y facilitar el desarrollo de fortalezas personales femeninas y reconstruir una actitud y de orgullo y confianza en la energía del Capital Femenino.
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Capital Masculino: Liberarse de los juicios culturales
Apoyo dinámico para hombres poderosos comprometidos con liberarse de los juicios culturales que les impide disfrutar plenamente de la compañía de las mujeres como compañeras en todas las áreas de la vida.
El propósito
Ir al punto de conexión que aparece cuando las mujeres han abrazado su feminidad y los hombres su masculinidad, permitir el movimiento en una esfera más allá de los conceptos de feminidad y masculinidad y que cada individuo sea visto como único con posibilidades infinitas; entonces la sostenibilidad es posible.
Historia y Desarrollo “RCF”
Uno de los milagros del siglo XX ha sido el intenso movimiento femenino hacia un armonioso equilibrio de poder con lo masculino. Las mujeres han emergido como compañeras de los hombres en el orden establecido. Ahora están presente activamente en posiciones influyentes en el gobierno, en el negocio, en el derecho, la ciencia y la medicina y muchos otros campos que eran previamente reservados al varón.
Sin embargo, a lo largo de este camino hacia la igualdad, la mujer poderosa y exitosa ha pagado un enorme precio en su salud holística (cuerpo, mente, emoción, espíritu, relaciones...) porque copió el modelo masculino establecido para desbloquear y entrar en el protegido dominio del hombre y ser considerada un par. Esto la ha llevado a perjudicar gran parte de su energía femenina natural fundamental.
Por lo tanto, existe una gran necesidad de que los hombres y las mujeres construyan el equilibrio dentro de sí mismos (de sus propias energías masculina y femenina) y entre ellos, ya sea en amistades, en relaciones amorosas, en el lugar de trabajo o en otras áreas compartidas de vida. Creo que la clave para esta resolución de conflictos es que todos se pongan en contacto con su energía femenina.
En función de fomentar este proceso de transformación, he desarrollado el Programa “Ritmo de Capital Femenino” para dar a conocer los compromisos que se han hecho, identificar y facilitar el desarrollo de fortalezas femeninas personales y reconstruir una actitud de orgullo y confianza en la energía del Capital Femenino
Como psicoterapeuta de relaciones, muchas personas me preguntan cómo es que lo hacemos tan mal en relación a nuestras energías femeninas y masculinas. ¿Cómo hemos conseguido entrar en esos comportamientos de desperdicio de energía, teniendo en cuenta el poder potencial de la diversidad en las energías femenina y masculina?
Una de las respuestas está en la forma en que nos relacionamos con los demás. Nuestra apariencia externa y nuestro lenguaje corporal dan muchas pistas a nuestra identidad y contribuyen a la forma en que somos percibidos y cómo somos tratados. Hay una energía particular que aparece en cualquier interacción entre dos o más personas, un ritmo de conexión. Es esta energía la que desencadena nuestros sentimientos internos de seguridad y confianza o, de incomodidad y desconfianza, provocando que las barreras protectoras instintivas se ablanden o se endurezcan.
Hoy en día, tenemos mucho conocimiento sobre la energía femenina y masculina. También sabemos acerca del extremo de los lados brillantes y oscuros de cada uno de ellos. Algunas mujeres se dañan a sí mismas siguiendo los caminos más difíciles, el lado sombrío de la energía masculina (rigidez, control, no expresar sentimientos, rigurosidad, limitación y desconexión), mientras que al mismo tiempo compensan con su imagen para parecer más seductoras.
Mientras tanto, el hombre, habiendo perdido un reino patriarcal que ha conocido durante siglos, ha necesitado aprender a reubicarse para vivir la armonía de esta nueva ecuación. Este proceso también ha sido muy difícil y frecuentemente entrará en el lado de la sombra de la energía femenina (dependiente, victimizado, volátil, disperso y manipulador). Estos son escenarios desafortunados para ambos sexos y también para las nuevas generaciones que crecen a su cuidado.
El liderazgo femenino se manifiesta en su brillantez cuando las mujeres sentirán cómo deben mantenerse firme o no en una posición. Pueden conectarse con la fuerza incuestionable de un NO o un SÍ y hasta con la dulzura persuasiva de un acuerdo mutuamente beneficioso. Este ritmo energético es el capital precioso de una mujer. Ya está dentro de ella. Al abrir su conciencia y bucear en el conocimiento holístico, ella puede comenzar a verlo y apreciarlo.
Como una sana y sólida transacción de capital, el Capital Femenino se construye rompiendo los sacrificios y las limitaciones que han mantenido a las mujeres enganchadas a una baja autoestima y bajo valor en ciertas áreas además de su necesidad de perfección.
Para crear este capital, ella aprende a vivir dentro de los lados luminosos de la energía femenina y masculina. Libera su respiración de las restricciones emocionales y físicas. Ella abraza el derecho holístico de trabajar, descansar y entretenerse, amar y ser amada y vivir la belleza de su maternidad. Ella sigue siendo creativa, para cambiar y envejecer con gracia y ser una mujer con orgullo en su corazón.
Ella aprende a estar totalmente cómoda mientras está siendo exitosa y saludable, guardando una conexión amorosa con todo su cuerpo y su belleza más allá de su edad. Conectada siempre con su fuerza respiratoria, su fuerza vital. Ella puede volar tan alto y tan ancho como quiera.