Quién iba a pensar que todo lo que hacíamos, soñábamos, nuestra rutina, nuestra comunicación, sería cambiada tan radicalmente, quién se imaginó que nuestra vida empezaría a regir como avatares. Realmente fue una sorpresa, una gran sorpresa, el comenzar a adecuarse a un mundo virtual donde interactuamos a través de emojis, peleamos a través de stickers, nos citamos a través de links, vivimos detrás de un computador.
Sin embargo, nosotros, los seres humanos tenemos esa admirable forma de adecuarnos rápido a cambios tan extremos como éstos.
Estamos conociendo un nuevo mundo, el que siempre estuvo allí, el mundo digital, qué lo tiene todo para poder vivir, conocer, soñar, trabajar, etc… Todo, en la comodidad de tu sala, escritorio, comedor, cama, sofá, baño, en la comodidad de estar en chanclas toda la mañana, y por qué no, quedarte en pijama.
Ahora mantener una vida sexual activa no iba a parar por decisión de una pandemia, había que buscar alternativas muy creativas para que esta satisfactoria actividad no muriera con nuestra interacción diaria con el mundo.
Desde hace muchos años, más o menos desde la llegada de internet a nuestros hogares, se crearon páginas que te daban un libre acceso casi ilimitado a contenidos netamente sexuales. Películas, cortometrajes, fotos, que te brindaban la necesidad de satisfacer todas o todos tus deseos, apetitos, o curiosidades sexuales. Sin embargo este amplio menú de exquisitas variedades no fue suficiente para quiénes crean y consumen este contenido, es por esto qué cómo una oruga en su proceso de metamorfosis, estas páginas transmutaron y con ello quiénes trabajan allí, se convirtieron en mariposas libres y hermosas y se fueron adaptando a nuevos gustos, nuevos medios, nuevas formas de satisfacer al mundo, y de satisfacerse, como por ejemplo el sexting.
El sexting, se lleva a cabo desde un dispositivo móvil, en donde se mantiene una charla entre dos sujetos que se envían fotografías o videos de ellos, inclinados más a lo erótico que a lo explícito. No se tiene la certeza de qué su contenido quedará en la privacidad de los implicados, lo que podría ocasionar que tal contenido se difundan y terminen en sitios no deseados como páginas pornográficas.
El uso de esta actividad podría ser riesgoso para determinada población, estamos hablando de los niños y jóvenes, pues vivimos en una época en la que casi la mayoría de niños desde los 10 años o menos tienen acceso libre a internet, y no solo a plataformas educativas, sino a otras manejadas por peligrosas personas con malas intenciones que usan el sexting para atrapar en su red, peces que están conociendo el arrecife, buscando ganarse su confianza para tener una entrada libre a su privacidad a través de una pantalla. ‘’Uno de cada cuatro menores ha recibido un mensaje de texto o una imagen de contenido sexual explícito y uno de cada siete ha enviado un mensaje de este tipo, Según un estudio publicado por el Journal of American Medical Association’’
Éstas personas no solo usan el sexting, también la modalidad de grooming la cuál tiene como objetivo entablar una amistad con sus víctimas para poder conseguir el contenido que requieren, en algunos casos para satisfacción propia y en otros para subirlos en paginas en donde abunda la pornografía infantil, es por esto que se recomienda que haya una sana y real educación sexual en casa, y se se mantenga controlado el pez en el agua mientras esté aprende a moverse con facilidad. Con esto no se busca satanizarlo, pues es un juego muy creativo y divertido si se realiza entre adultos, con responsabilidad y sobre todo si ambas partes están de acuerdo en la realización del mismo, pues hay que resaltar que si te envían fotografías explícitas o eróticas sin tu consentimiento, eso, se podría denominar como acoso sexual. Esa es la columna vertebral del texto, se recalca que debe haber un control parental en los dispositivos móviles de un niño y niña y control en cómo este se devuelve en un mundo hermosamente peligroso y digital.
Dicho lo anterior es importante resaltar que, el sexitng no es sinónimo de peligro, pues hay plataformas en las que hombres y mujeres llevan a cabo tal actividad, claro está, manteniendo esa barrera de no traspasar lo privado como en lo explícito, y con adultos que no tengan una intención más allá de un rato de placer y creatividad erótica.
El mundo digital es realmente sorprendente y está lleno de infinitas herramientas muy útiles y buenas para un sano crecimiento del mismo, sin embargo debe existir un cuidado en cómo se manejan y en cómo te maneja este mundo, pues no es malo el sexting, no esta mal querer usarlo y conocer cómo este se desenvuelve, a lo que se le debe tener cuidado es cuando, en dónde y con quien se practicará.