El 6 de marzo se llevó a cabo una profunda conversación con tres ejecutivas de IBM, Andrea Muñoz, Directora del centro de ventas digitales de IBM para América Latina, Angela Quintero, líder de consultoría en IBM para el norte de Suramérica, y Diana Robles, líder de IBM security para el norte de Suramérica. En este conversatorio, las ejecutivas brindaron su experiencia personal sobre trabajar en IBM y su análisis del estudio "Mujeres en el liderazgo" del IBM Institute for Business Value y Chief.

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El estudio global reveló que la paridad de género en el liderazgo está más lejos de lo que se cree, y que la pandemia continúa teniendo un impacto desproporcionado para las mujeres en el trabajo. A pesar de que menos de la mitad (45%) de las organizaciones han convertido en una prioridad formal de negocio el avance de más mujeres en roles de liderazgo, este movimiento aún no refleja un cambio sustancial en la paridad de género en el liderazgo.

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El optimismo sobre el progreso está creciendo, pero no coincide con la realidad, ya que el camino hacia el liderazgo se ha vaciado en el medio. Los encuestados estiman que su industria verá la paridad de género en el liderazgo en 10 años, cuando en 2019 la estimación promedio era de 54 años. Esta disminución significativa indica que los encuestados creen que la paridad de género no será un desafío para las generaciones futuras, sino que, de hecho, es alcanzable bajo su supervisión.

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Sin embargo, el ritmo actual de cambio que muestra la encuesta indica que la paridad de género aún está a décadas de distancia. Las percepciones de progreso en torno a la equidad de género pueden ser peligrosas y respaldar la complacencia cuando se necesita una acción audaz.

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Las barreras estructurales y los sesgos inconscientes que obstaculizan el avance de las mujeres siguen siendo fuertes. Desde el punto álgido de la pandemia, más organizaciones implementaron planes de desarrollo profesional para mujeres y capacitaciones en diversidad, así como también crearon grupos de networking. Pero es necesario hacer más que programas simples de implementar, ya que los sesgos inconscientes persisten.

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Es importante destacar que los "First Movers" son un subconjunto de encuestados que designan el avance de las mujeres como una prioridad formal de negocio, ven la inclusión como un impulsor del desempeño financiero y creen que las empresas deben continuar haciendo cambios si quieren lograr la equidad de género. Estas empresas reportan un desempeño financiero más sólido y tienen más mujeres en roles de liderazgo, superando a su competencia en la retención de empleados.

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En conclusión, a pesar de que se han dado algunos pasos hacia la paridad de género en el liderazgo, aún queda mucho por hacer. Las empresas deben continuar implementando cambios concretos y audaces para eliminar las barreras estructurales y los sesgos inconscientes que obstaculizan el avance de las mujeres. Además, deben seguir el ejemplo de los "First Movers" y hacer de la inclusión una prioridad formal de negocio si quieren lograr el éxito financiero y la equidad de género.