En esta emisión de Mujeres que Impactan, Bárbara Silva, fundadora de Her Global Impact, señala el cómo el gran desafío para las mujeres emprendedoras no es que no tengan las capacidades, sino que no tienen confianza en sus visiones.

Bárbara Silva es la creadora de una de las academias más reconocidas de innovación global que prepara e integra el talento femenino en la era digital. Con Her Global Impact, prepara a mujeres y organizaciones a desempeñarse asertivamente en la economía de la innovación digital, potencializando sus habilidades por medio de la creación de comunidades femeninas empoderantes.

Para la empresaria, es importante tumbar sesgos de género e instaurar modelos de empoderamiento femenino en el mundo del emprendimiento. Esto, como señala Bárbara, “inspira a otras mujeres en el área ejecutiva a también aspirar a posiciones de liderazgo y hacer un cambio”. Porque, más que un desafío en acceder a las herramientas necesarias para capacitarse adecuadamente para el puesto, es trabajar en la autoconfianza personal para lanzarse a la posibilidad.

Porque sí, una de las razones por la que no se ven tantas mujeres en altos cargos directivos es por el espantoso Síndrome del Impostor femenino, como lo plantearon las académicas Pauline Clance y Suzanne Imes. Las mujeres han expresado, con frecuencia, que no sienten merecer el puesto que poseen o al que aplican y que, pronto, los demás se darán cuenta de lo poco cualificadas que están. 

Una investigación por Zenger Folkman señala que la confianza que las mujeres tienen en sus áreas de trabajo aumenta entre más edad tengan, contrario a lo que sucede con los hombres. Mientras que las mujeres sienten mayor confianza en sus capacidades entre los 40 y 50 años, los hombres cuentan con un alto nivel de autoconfianza desde sus 20 años que sólo se disminuye alrededor de los 60 años de edad. Lo cual puede deberse a otra de las gemas que nos ha regalado la sociedad patriarcal en cuanto a roles de género masculinos.

Claro que los hombres no se exime de padecer el síndrome del impostor, pero según un reporte interno de Hewlett Packard, esto  no los ha detenido en aplicar al puesto de trabajo en cuestión. Es decir, lo que condena a las mujeres a no ingresar a altos cargos de liderazgo no es que no estén lo suficientemente capacitadas, sino es su miedo a intentarlo.

Pero, entonces, ¿por qué cargan las mujeres con este miedo? 

Una de las razones puede deberse al hecho de que, a  lo largo de la historia, las niñas han sido socializadas a seguir las reglas. El hacer todo según la norma en la escuela resultaba en reconocimiento y ser premiadas, como también recibir cumplidos por encajar según las normas implícitas de la sociedad. Al identificar el seguir las reglas como el camino al éxito, muchas mujeres llevaron esta lógica a su vida adulta. Pero al enfrentarse a un mundo laboral en el que se aprecia más que se rompan los paradigmas, estas mujeres, altamente capacitadas, vieron su confianza desplomarse al suelo. 

Por otra parte, otro estudio ha demostrado que son más recordadas las fallas de mujeres en puestos de liderazgo que las fallas de sus pares masculinos. Esto lleva a la conclusión de que, si las mujeres ven esto en sus áreas de trabajo, van a procurar no tomar los mismos riesgos que toman sus compañeros de trabajo, por prevenir las reprimendas severas que podrían recibir.

Ante este fenómeno, Bárbara vio la necesidad de crear Her Global Impact, para inspirar a mujeres emprendedoras a proponer sus visiones innovadoras en una comunidad de mujeres que le impulsarán a hacer esta idea realidad. Pues, es necesario que se genere una red potente de apoyo e inversión femenina, de mujeres que inviertan en otras mujeres. “Menos del 1% del capital de inversión mundial va a empresas lideradas por mujeres”, señala la directora, “pero se ha demostrado que, a pesar de que sea más difícil levantar capital para las mujeres, las empresas femeninas perduran más en el tiempo”.

Una de las metas que han adoptado diversas mujeres empresarias como también mujeres asociadas a la Academia Her Global Impact ha sido empoderar a otras mujeres a innovar y tomar aquellos riesgos que, con seguridad, las llevarán al éxito. Pues una de las grandes revoluciones que están próximas a impactar en el mundo es la del empoderamiento económico femenino, que llevará, como se ha demostrado en diversas ocasiones históricas, a la reducción de la violencia de género que muchas mujeres experimentan en sus hogares. 

Programa Mujeres que Impactan

ONG APFAS Perú, Red Solidaridad Pacto entre ellas y Revista Level se han unido para resaltar la labor que realiza la mujer en el mundo. Buscamos a las mujeres que tienen una historia que contar para transmitirla a otras mujeres, estamos seguras que esa historia tiene la capacidad de impulsar y generar cambios positivos.

Si consideras que tu historia puede aportar a la vida de otra mujer, no lo dudes, inscríbete en el Programa Mujeres que Impactan

‍