Tik Tok es actualmente una de las redes sociales más populares para los niños. Una vez, incluso escuché a una madre amenazar a su hija de 9 años con castigarle el Tik Tok si no hacia la tarea. Lo que empezó como una red social en la que los pre-adolescentes y adolescentes se divertían subiendo bailes o haciendo diferentes retos se ha ido llenando cada vez de más adultos gracias a la popularidad de la aplicación. Y también de pedófilos.
Es difícil hablar de pedofilia. Uno preferiría ignorar que existe: pero está ahí en todos lados. En las búsquedas de Tik Tok sobre ‘niñas calientes’ o ‘niñas bailando en calzones’. En libros como "Lolita" o "Memoria de mis putas tristes" del premio nobel Gabriel García Márquez. En las escuelas donde algunos profesores no pueden evitar acosar menores de edad. En todos lados, más de los que quisiéramos admitir.
En el pasado para que las personas (acosadores) lograrán tener acceso a ese tipo de contenido era necesario pagar un alto costo y someterse a tediosos procesos de descarga o de envío.
Hoy, 20 años más tarde, las cosas han cambiado. Los pedófilos no tienen que ir a recoger ningún video o llevar a cabo un largo proceso de descarga, basta con tomar su celular o computadora portátil y algunos clics. Los videos y/o fotografías ahora son distribuidos por lugares tan inimaginables como Facebook o Twitter, allí los delincuentes venden su contenido respaldados por el anonimato e ignorados por los gobiernos. Las regulaciones que las redes puedan tener al respecto no son suficientes para evitarlo.
¿Cuántos pedófilos con acceso internet existirán allá afuera? ¿Y cuántos niños tendrán que sufrir a manos de estas personas? Quisiera que el número fuera bajo, pero es claro que esto no es así.
¿Cuántas veces no se ha destapado un escándalo sobre un sacerdote pederasta? ¿De niños abusados por algún miembro de su familia? ¿Cuántas veces no se han diseñado campañas de publicidad enfocadas a enseñar a los niños a decir ‘No?
Es imposible negar la importancia de una educación sexual; Necesitan conocer su cuerpo para ser capaces de poner límites y tener la confianza de decir "No" y hablar si se encuentran en situaciones incómodas. Aún más, hoy en día cuando todos tienen acceso a una tableta o un móvil en el que pueden convertirse en víctimas de abuso. Sin embargo, la lucha debería ser un poco más fuerte en el otro lado: combatiendo aquellos hombres de poder, que respaldados por la cultura se aprovechan de las víctimas, porque ese es su deseo y ‘es algo natural’.
Esa misma cultura que está llena de niñas y niños sexualizados. Series de televisión con adolescentes en extremo sexualizados, videos con actrices porno caracterizadas como colegialas y aspecto infantil, libros y películas en las que el hombre mayor termina enamorado de la jovencita soñadora... Eso y más forma parte de esta cultura de sexualizacion hacía los niños. Una cultura que consideramos inofensiva y solo es una parte del problema.
La prostitución infantil es una de las industrias que más genera dinero en el mundo. Mucha gente se beneficia de las ganancias y muchos niños terminan sufriendo de por vida producto de ello. Existen muchos más pedófilos y pederastas allá afuera de los que quisiéramos creer y las búsquedas de la aplicación de Tik Tok solo lo confirman.
Esta problemática no es una lucha entre hombres versus mujeres, esto debe ser una lucha para defender los derechos de los niños y niñas, y buscar que la justicia se haga cargo de los delincuentes involucrados: sean hombres o mujeres.