Tal como analicé en un anterior artículo de la Revista (ver), el rol que tienen las escuelas en la formación de ciudadanos/as críticos y con perspectiva de género es fundamental. Las democracias actuales nos invitan a pensar nuevas estrategias para educar a las personas que en el futuro saldrán al espacio público y que intervendrán en espacios cada vez más desafiantes. Sólo basta mirar la actualidad política de cantidad de Estados Latinoamericanos (Chile, Bolivia, Colombia, Ecuador) para darnos cuenta de esta situación.
En palabras de Haste: “Una democracia sana depende de una ciudadanía activa; la apatía es motivo de preocupación. Las investigaciones realizadas indican que el ‘individuo competente’ es autosuficiente, capaz de concentrarse y planificar, (...) adaptable al cambio y poseedor de un sentido de responsabilidad y compromiso que incluye la convicción de que uno mismo puede ejercer un efecto.” (1)
De esta manera, la formación ciudadana se constituye como la base fundamental de toda la educación (incluyendo todos los niveles, desde pequeños desde un nivel inicial hasta niveles superiores).
Sin embargo, y tal como afirmé en el artículo antedicho, no es posible que la escuela como institución se haga cargo de todo. Aún así y en palabras de Freire: “La fortaleza de la escuela está en su debilidad. Como no lo puede todo, puede algo”. (2) Las escuelas están insertas en las sociedades, por lo que se ajustan a las mismas, aunque muchas veces los cambios que suceden en ésta no se dan al mismo ritmo en aquélla.
Son necesarios, por este motivo, espacios que coadyuven a las escuelas en su rol principal: la formación de ciudadanos/as.
El Programa “La Justicia y la Escuela” (ver) es un espacio para ello. El mismo depende del Consejo de la Magistratura del Poder Judicial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (en adelante, CABA) y está destinado a alumnos/as de escuelas primarias y secundarias de gestión pública y privada de la Ciudad de Bs. As, acercándolos de manera lúdica y vivencial a los procedimientos que se llevan adelante en dicha jurisdicción.
Tal como destaca Alicia Caruso, coordinadora del programa: “A través de juegos de roles, a fin de constituir una experiencia común, donde se apela a los conocimientos brindados en los dos talleres previos, como así también a la espontaneidad y creatividad propia, los alumnos ejercen todos los papeles que se desarrollan en una escena judicial De este modo hemos incorporado distintas modalidades tales como realizar un simulacro con distintos colegios; cada uno ejerce un rol diferente, algunos son Fiscales, otros Defensores y por último Juez y Jurado. Si bien este método resolución no ha sido aprobado, la comunidad educativa lo pide. Las causas que se abordan son propias de los fueros que la ciudad tiene, Penal Contravencional y de Faltas o del Contencioso Administrativo y Tributario. Dentro del fuero Penal la temática de violencia de género (...), son un pedido recurrente de la comunidad educativa. En consecuencia, este Programa tiene como finalidad, fundamentalmente, transmitir y enseñar a los alumnos respecto: a la conformación del Poder Judicial de la CABA y su realidad institucional; al proceso de transferencia de las competencias del Poder Judicial de la Nación al de la Ciudad; a sus derechos y obligaciones como ciudadanos y a las diferentes vías de acceso a la justicia, contribuyendo, de algún modo, a la construcción de ciudadanía.” (3) EL DESTACADO ME PERTENECE.
He tenido la oportunidad de participar como docente en este programa, acompañando alumnos/as adolescentes en su primer acercamiento a un simulacro de estas características, y puedo afirmar dos cosas:
- En primer lugar, ha resultado esencial para el abordaje de contenidos referidos a cuestiones de género, ya que el impacto que produce leer un caso (que ha sido real) y escribir y/o escuchar alegatos que propendan al desarrollo de habilidades de escucha, empatía y discusión sobre el tema fueron clave para la construcción de conocimientos que no hubieran sido posibles si eran abordados sólo desde lo teórico. Escuchar y hacer propios los testimonios de familiares y mujeres que pasaron por estas situaciones, los/as acerca y coloca indefectiblemente en lugares donde la escuela, por sus propios límites y por sí sola no puede recrear,.
-En segundo lugar, resulta fundamental el cambio de visión que sucede en los/as estudiantes antes de realizar el simulacro y luego de terminado respecto de la importancia de su participación e involucramiento en el rol ciudadano. Esto es posible gracias a la oportunidad que otorga el programa para que ocupen el rol de jurados. (Para el derecho argentino, este sistema es una manera de juzgar por delitos penales, pero en lugar de hacerlo jueces conocedores del derecho, lo realizan personas mayores de edad y que no tienen conocimientos jurídicos. Se permite de esta manera la participación ciudadana en un rol fundamental de la democracia. Si bien se encuentra regulado en la Constitución Argentina desde 1853, muy pocas jurisdicciones locales lo implementaron). En la CABA esto aún no sucedió, por eso la presencia de los/as futuros/as ciudadanos/as en este tipo de espacios, permite que se piensen en dichos lugares y es una manera de construcción de una ciudadanía activa.
De esta manera, el programa está en pleno crecimiento y según las estadísticas aportadas, la cantidad de escuelas participantes desde el año de su creación hasta la actualidad, no ha parado de crecer. Por eso destacamos la importancia del trabajo llevado adelante por el programa, tanto de su Coordinadora Alicia Caruso como de todos/as los/as trabajadores que lo hacen posible: permiten que ese “algo” que puede la escuela sea por los/as futuros/as ciudadanos/as y acompañando la hermosa tarea docente.
Referencias:
- HASTE, Helen. Nueva ciudadanía y educación. Paidos Argentina, 2017. Pás. 86.
- FREIRE, Paulo; FREIRE, Ana Maria Araújo. Pedagogía de los sueños posibles: por qué docentes y alumnos necesitan reinventarse en cada momento de la historia. Siglo Veintiuno Editores, 2015.
- CARUSO, Alicia. Documento del Programa “La Justicia y la Escuela” 2019