El sacerdote jesuita y activista James Martin, quien hace parte de la comunidad LGBTI, le escribió al papa Francisco preguntando frente a interrogantes que se hacen los familiares de personas homosexuales. Ante las inquietudes estaban ¿Qué deberían saber las personas LGBTI sobre Dios? ¿Qué le gustaría que supieran de la iglesia? y ¿Qué le diría a un católico LGBTI que ha sufrido de rechazo?; la respuesta por parte del pontífice fue precisa al indicar que “Dios es padre y no reniega de ninguno de sus hijos”. Dejando claro que el catolicismo no discrimina por lo que es un rechazo de las personas y no de la iglesia.