La ingeniera nuclear, Liudmyla Kozak, recuerda la invasión de Rusia a la planta de Chernóbil, mientras ella realizaba su turno de 12 horas de trabajo pudo observar cómo se acercaba personal intruso. Ella señala que fue testigo de los ataques de los aviones militares rusos que sobrevolaban por encima de la planta.