En estos últimos años, el rol directivo de la mujer en instituciones educativas como universidades ha ido incrementando, ya que son más las mujeres que llevan carreras, cursos, especialidades, maestrías y doctorados relacionados a la gestión educativa.
De esta manera, se ha eliminado el paradigma donde predominaba el papel masculino como líder de un centro académico, fomentando que más mujeres adopten dichos cargos y obtengan mejores resultados.
Por esta razón, se está prefiriendo el liderazgo femenino en altos cargos educativos porque manejan diferentes medidas de trabajo en beneficio de la institución.
En este sentido, el rol femenino forma parte fundamental del desarrollo de los objetivos, estrategias, acciones y metas de centros educativos, con la finalidad de cumplir con los estándares de calidad que impulsen la generación de excelentes profesionales en el futuro.
Finalmente, se puede concluir que las mujeres líderes han impulsado mejoras en el desarrollo de la educación, generando buenos precedentes en el rubro educativo.