Una imagen representa más que mil palabras, pero cuando el receptor no interpreta la fotografía es necesario utilizar la escritura. A continuación ellas nos comparten lo siguiente “Cuando las personas nos preguntan, qué hacen las mujeres para darle la vuelta a esta forma de opresión que nos niega como humanidad. A este machismo, misoginia, acoso, violencia. Ante la amenaza constante de muerte. Nosotras creamos. Nos juntamos, convocamos a nuestras hermanas y empezamos a soñar”. Así inicia el origen de un proyecto que nos dice “Nosotras somos Cámara Violeta, una colectiva de mujeres fotógrafas feministas. Empuñamos la cámara para contar nuestras historias en un espacio en el que se teje, con luz, la resistencia, la sororidad y la transformación”.
Pues han creado un lugar donde Matilde Castillo, Tania Gutiérrez Monroy, Lila Bang Bang, Chensy_María, Goretti Vianney Gonzáles, Tania García y Sandra Selene López nos presentan su crecimiento como fotógrafas, escritoras y mujeres que ejercen el valiente acto de hacer un sitio para ellas, así como al invitar a otras a participar en éste.
Es el número 0 donde inducen a conocer el arte como una herramienta para crecer y sanar. Así como preguntar qué hay de las mujeres que habitan en una arquitectura urbana. Además la naturaleza nos conduce con espejos de agua, pero no cualquier espejo. No termina lo anterior sin que una mujer presente sus experiencias como etapas acompañadas de una luna. Pues la historia de cada una va como un hilado de imágenes. El baile también corteja a cada persona con un giro de emociones. Al mismo tiempo crecer implica enfrentar e irse de casa. Lo anterior no concluye como un pestañeo sino que nos invitan a conocer a más mujeres con alma. Te gusto, pues aquí tienes el enlace donde conocerás a Cámara Violeta