Hace unos días una joven de 17 fue abusada sexualmente por cuatro policías, días después otra joven fue violada en un baño del Museo de Fotografía de la Ciudad de México, sí, fue un policía. Después de los hechos mencionados previamente se organizó una marcha el 12 de agosto de 2019.
En la manifestación algunas personas estaban alrededor de Jesús Orta Martínez (Secretario de Seguridad Pública), cuando a éste le arrojaron diamantina, horas después esto fue considerado como un acto de provocación, una acción de mala educación y una falta de respeto hacia un hombre.
La única situación que le importo a la mayoría de los medios de comunicación fue la rociada de diamantina, jamás les importó especificar que la marcha fue convocada porque una mujer jamás debería ser ultrajada por un policía, porque están para proporcionar seguridad. Además las autoridades no cumplieron con su trabajo, el cual consistía en proteger a la víctima que fue violada por elementos policiales, ya que su nombre fue dado a conocer y esto ocasionó que la víctima desistiera de continuar con el proceso de denuncia.
En la marcha estuvo Araceli Osorio, es decir la madre de Lesby Berlín Rivera Osorio. Explico: El 3 de mayo de 2017, Lesby fue asesinada dentro de las instalaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México, el caso tuvo innumerables violaciones de derechos humanos, tantos que la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México pidió disculpas públicas a la señora Araceli Osorio.
La jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum Pardo después de la manifestación del 12 de agosto enunció:
En el caso de la presunta violación a la joven de 17 años, cuando caminaba de regreso a su casa después de una fiesta, se pedirá la participación en las investigaciones de la Comisión de Derechos Humanos local, porque “no habrá impunidad, ni fabricación de culpables. Quiero ser muy tajante en esto, no vamos a caer en ninguna provocación. Y esto es una provocación, querían que el gobierno utilizara métodos violentos igual que los que ellos utilizaron y nosotros por ningún motivo vamos a caer en provocaciones, claro que va haber carpetas de investigación por lo que ocurrió, particularmente en la procuraduría.
Algunas personas manifestaron en redes sociales su indignación porque durante la marcha las participantes rompieron las puertas de cristal de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y arrojaron diamantina a Jesús Orta Martínez. Incluso alguien dijo: “esto es violencia que genera violencia”.
Hace unos días una mujer de 70 años fue golpeada, asesinada y violada dentro de su casa. Además una joven fue suspendida de la Escuela Nacional Preparatoria Número 3 por presentar una denuncia de violación que le ocurrió dentro de la institución.
Nos indignamos por una puerta, pero no, nos indigna ser el primer lugar en embarazo adolescente a nivel mundial. No, nos indigna conocer que una mujer de 70 años fue violada dentro de su casa. No, nos indigna saber que una joven fue abusada sexualmente dentro de unas instalaciones educativas. No, nos indigna que el violador Diego Cruz saldrá en libertad al pagar $70.00 de multa. No, nos indigna que una joven que estaba haciendo su servicio social haya sido violada dentro del museo donde hacía su labor. No, nos indigna que los vagones de mujeres sean ocupados por hombres. No, nos indigna que roben a niñas y niños todos los días. No, nos indigna que la joven Diana Mata Anguiano haya sido asesinada. No, nos indigna que en nuestro país haya un protocolo para atender a víctimas de violación y no lo estén respetando las autoridades. No, nos indigna ver que hay niñas que viven en la calle. No, nos indigna que asalten en el transporte público. No, nos indigna que maltraten a un perro. No, nos indigna que la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México viole nuestros derechos. Pero nos indigna que las mujeres salgan a manifestarse, que las mujeres rompan puertas, que las mujeres arrojan diamantina, que las mujeres protesten por estar a favor del aborto.