A propósito del reemplazo del Ministerio de Asuntos de las Mujeres en Kabul por uno para hombres y propósitos islámicos, el grupo de mujeres funcionarias que han sido expulsadas de sus trabajos han salido a romper el silencio para quejarse sobre la situación de abuso de poder del Talibán.
Mediante un video se ha conocido en palabras propias de las mujeres afganas la indignación que sienten por ser reemplazadas, prohibidas en su edificio y sacadas a la fuerza de sus puestos de trabajo.
“Estamos educadas y ya no podemos quedarnos en casa. No queda nada más para la mujer. La existencia de las mujeres ha cesado en Afganistán, sería mejor que nos mataran si no nos dejan trabajar para apoyar a nuestras familias” afirman.