¿Cuántas veces has llorado en silencio por un amor que renunció a ti? ¿Cuántos nombres falsos has inventado en reuniones familiares? ¿cuántas veces has presentado a tu pareja como tu “amigo”?
Ojalá existiera un paso a paso para salir librado del clóset y gritarle al mundo sobre tu verdadera orientación sexual, pero desafortunadamente alguien termina herido y casi siempre ese alguien eres tú.
Al igual que muchos de ustedes, yo también tuve una pequeña historia de amor, hizo que aceptara ante el mundo mi identidad de género y, aunque fue bastante doloroso, puedo asegurar que fue el encuentro más maravilloso entre mis sentimientos y mis convicciones.
Recuerdo aquella tarde de jueves, cuando fui descubierta por mi padrastro besando a mi chica en la esquina del colegio, le supliqué, le rogué y le lloré para que no le dijera nada a mamá, pero lo único que él hizo fue mirarme con decepción. Quería desmentir a mi padrastro pero era demasiado tarde, mi mamá estaba acostada en la cama llorando por mi culpa, le había roto el corazón a mamá y me sentía la peor persona del mundo. Recuerdo que me acosté en la orilla de la cama y llorando le dije: “Mamá me gustan las mujeres y eso no me hace una persona diferente”, pero ella no quiso escucharme.
Mi mamá duró una semana sin dirigirme una palabra, pero les juro que cada día me sentía más fuerte y más segura de mi verdadera identidad de género, como cuando un perro ladra para proteger a su mejor amigo humano y luego mueve la cola en señal de victoria.
Siempre he pensado que la familia debe ser el apoyo más grande para cualquier individuo, pero desafortunadamente muchas personas de mi familia ignoraron mi secreto y muchos de ellos aún me preguntan: ¿y el novio para cuándo?. Es por esto que siempre me pregunto: ¿Realmente nosotros salimos del Closet? o solo nos sinceramos con una sociedad que a pesar de la evolución sigue creyendo que la sopa solo se debe tomar con cuchara.
Si bien es cierto que la frase “Salir del Clóset” es muy utilizada por los heterosexuales en referencia al encierro y al escondite por miedo al rechazo, muchas personas de la comunidad LGBTI hacen énfasis a la declaración voluntaria de la identidad de género.
Admito que no es fácil salir del clóset y no todos corren con la misma suerte para conservar una vida medianamente tranquila, pero les aseguro que nunca es tarde para enfrentarse con amor al homofóbico y al ignorante que piensa que la sopa solo se debe tomar con cuchara.