“Soledad
Aquí están mis credenciales
Vengo llamando a tu puerta
Desde hace un tiempo
Creo que pasaremos juntos temporales
Propongo que tú y yo nos vayamos conociendo”
Jorge Drexler.
*Advertencia: columna con alto contenido personal.
Llevo varios días pensando el tema más adecuado para la columna del mes de julio, reviso temas pendientes, busco sobre qué otra cosa me gustaría escribir, pienso en el panorama actual mundial, veo desastre, llego a la conclusión que en el panorama interno, en mi panorama personal, también veo desastre. Intento levantar los pedazos de tristeza, todos los días me levanto temprano, hago ejercicio, desayuno, bien arregladita, que no se note la desazón, ni en los ojos. Algunos días, cuando el peso del mundo es demasiado, hago cita con mi psicóloga. Después de sesión siempre me quedo con la sensación de que esta bien querer frenar un rato el mundo.
Pienso en las dificultades modernas que se presentan al intentar tomar distancia de las situaciones, del trabajo, del capitalismo. Reviso estadísticas y me encuentro panoramas aún más desoladores: según la Encuesta Nacional de Salud Mental, al menos un 18% vive con un trastorno del estado de ánimo, tales como ansiedad, depresión o fobia. En los últimos años se ha documentado que entre el 1 y 2% de la población adulta ha intentado suicidarse y la tasa de suicidios consumados va al alza. Diario convivo con personas que difícilmente pueden resolver sus situaciones personales por si solas, pero que también son quienes se niegan a visitar a un psicólogo; ya sea por estigma, por negación o bien por falta de recursos.
Es en la falta de recursos, donde afirmo que el cuidado de la salud mental es político por tres razones: 1. Tienen oportunidad de ir a terapia, quienes tienen un trabajo de 8 o menos horas. 2. Los costos de las sesiones de atención psicológica son muy elevados. 3. Las atenciones psicológicas gratuitas son escasas, deficientes y con periodos muy largos de espera. En países de ingresos bajos y medios, el gasto público en salud mental es de menos de dos dólares per cápita. En México, el presupuesto hasta el 2017 para salud mental fue de 2,586 mdp (poco más de un dólar per cápita). La distribución de profesionales de la salud muestra que existe 1 psicólogo por cada 100,000 habitantes y estos varían dependiendo de la localidad.
Según la Organización Mundial de la Salud, para el 2020, la depresión será la segunda causa de mortalidad prematura en el mundo, y la primera en países como México, esto a pesar de que en el 50 por ciento de los casos es posible identificarse antes de los catorce años.
Soy psicóloga, trabajo por la salud mental, voy a terapia y aun asi, se me dificulta el procesar mis emociones. Para nosotros, quienes trabajamos en este rubro tenemos un fuerte reto ante nuestras manos, brindar atención psicológica de calidad. Pero para el resto del mundo, el reto es atender, a la primera incomodidad, así como entendemos nuestra salud física.