En esta emisión de Mujeres que Impactan, Beatriz Ramírez David, integrante de la Red Párala Ya y facilitadora de paz, nos habla acerca de la importancia de capacitar en derechos para gestionar el cambio desde lo más pequeño hasta lo más grande.
Usualmente, en cualquier proyecto, se debe trabajar desde los más mínimos detalles para crear la mejor obra. Así también funciona para la construcción de paz, para acercarnos a una mejor convivencia, debemos gestionarla desde las comunidades, desde el más jóven hasta el más adulto.
A esto se dedica Beatriz Ramírez David, la facilitadora de paz, escritora y académica, forma parte de la Red Párala Ya, una iniciativa que comenzó como una campaña contra la violencia de género y terminó por organizarse a largo plazo. En esta, ella y más voceros de la Red se dedican a capacitar a mujeres frente a sus derechos.
La capacitación en derechos es una necesidad imperante en el país, sobre todo en los sectores más alejados de la ciudad. Pues, debido a que muchas personas no tienen el conocimiento pleno de sus derechos, no tienen claro qué herramientas existen para fortalecerlos, ni tampoco conocen los mecanismos de denuncia cuando son vulnerados.
Esta es una de las principales metas que tiene Beatriz, como facilitadora de paz se ha encargado de capacitar a niños, mujeres de la tercera edad, y a integrantes de pueblos aledaños, en materia de derechos humanos y con perspectiva de género. De esta forma, se generan cambios en lo social, desde lo individual.
“La construcción de paz comienza desde casa”, afirma Ramírez David, explicando cómo las mujeres y las abuelas son las que usualmente se encargan de la crianza de los niños, por lo que educarlas en materia de género, por lo general, incidirá en las perspectivas con las que crecerán los niños. Así mismo, nunca es tarde para aprender cómo eres sujeto de derechos.
Los talleres consisten, básicamente, en transformar los estereotipos de género que repercuten en la violencia de género. Para con la niñez que capacita, por ejemplo, muestra ejemplos de roles de género para que los niños puedan identificarlos y, de la misma manera, comenzar a cuestionarlos.
Así mismo, con las mujeres que capacita, considera importante señalar que muchas veces esto es necesario para no sólo que comprendan sus propios derechos, sino los de otras personas. Pues el ser mujer no siempre nos sensibiliza, de forma automática, a lo que sufren otras mujeres.
Muchas veces, los estereotipos de género pueden ser perpetrados por las mismas personas que sufren sus consecuencias. Pues estos están bastante naturalizados dentro de nuestra cultura, por lo que no siempre son cuestionados. De esta manera, es importante propiciar espacios de cuestionamiento y de reflexión.
Para abandonar el precepto de que no hay tantas mujeres científicas, escritoras, artistas, es importante desechar estos estereotipos de género que las ocultan. Al momento que se rompa esta barrera y se abran espacios de equidad, podremos decir que estamos construyendo un país más igualitario. Pero, por el momento, la lucha continúa.