Los productores de cacao más conocidos como asháninkas, provenientes de la provincia de Satipo en la región Junín. Establecieron mecanismos para poder exportar sus productos al extranjero, incentivando la formalización. Este hecho se logró con la creación de la primera Organización Agraria Asháninka y Nomatsiguenga que tuvo el apoyo de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), los cuales brindaron asistencia en estudios técnicos, fomentando que este modelo empresarial tenga una amplia visión a futuro.