Foto de Allef Vinicius en Unsplash.
Si se respondiera esa pregunta desde la perspectiva patriarcal,la cortesía y la justicia serían las primeras en salir corriendo y cualquierargumento pasará el filtro de la descalificación para situarnos a las mujeresuna vez más, en una categoría socialmente inferior. Por eso es tan importante que la voz femenina se alce y juntas hagamosun eco estrepitoso para demostrar que la historia está incompleta.
“Cuando Un Hombre Pega Es Un Macho, ¿Qué Es Una MujerCuando Pone Los Cachos?” este es un fragmento de un reggaetón, entonado porNatti Natasha, de la canción Justiciay antes de seguir, debo ser contundente, este género musical en su 99% esmachista porque es explícito al indicar que el dominio y el placer sexual espara el hombre y por ello la mujer es objetualizada para su satisfacción;además hace otras afirmaciones históricas que nos han coartado la posibilidad dedecidir sobre nuestro cuerpo y nuestra vida. Así que me referiré a esos pocos destellos de luz y empoderamiento quevienen insertando algunas voces femeninas del reggaetón, que además de servaliosas pueden motivarnos a burlar el silencio y avanzar con nuestra emancipaciónpara una equidad de género.
¿Qué pasa con la música urbana cuando una mujer lointerpreta? Empieza a ver un cambio en el discurso, aún no es lo demasiadopotente para empoderarnos o vernos representadas en el reggaetón y realmente noes lo que busco, pero si pretendo demostrarla importancia de empezar a contar nuestra historia. Llevamos siglosescuchando la narrativa patriarcal, donde pareciera que los hombres son los únicosque sufren la guerra, son los únicos que crean desarrollos científicos, son losúnicos que pueden gobernar esta sociedad y son los dueños de la sexualidad dela mujer. Pero todo esto es mentira, no son los únicos, nosotras también (y en el caso de la sexualidad somos dueñasexclusivas, decidimos con quién la compartimos), por esta razón, soyreiterativa en la necesidad actual deexpresarnos, en salir a la calle y visibilizarnos. Pues bien, reconozcamos aquellasque ya lo están haciendo y con estos productos musicales están dejando algunosasuntos claros. Entre esos que somos dueñas de nuestro cuerpo y nuestrasexualidad, decidimos el tipo de relación que queremos tener y rechazamoscualquier forma de violencia. La canción hace alusión a una circunstancia demaltrato físico e infidelidad por parte del hombre y ella además de salir acontarlo sabe que será juzgada, sin embargo, eso no la detiene hablar.
Hemos permitido que se normalice estas circunstancias, sí,solo basta que busques en la red los casos donde las mujeres hablan sobre susagresiones y los comentarios están enfocados sobre que ella se lo buscó o tuvoque hacer algo para merecerlo. Estamostan impregnados de machismo que hemos normalizado juzgar a la víctima yjustificar al agresor ¿Qué nos hace pensar qué la violencia se puedejustificar?
Otras canciones son la de Leslie Grace, Duro y Suave y de Anitta,Indecente; ellas son las dueñas de la situación, decide cómo va pasar y esclaro que es una relación consentida y ellas son las protagonistas; para estegénero musical, esto es poco común, usualmente es el hombre quien conduce larelación y deja la sensación que es más un putero que un hombre.
Finalicemos con la canción de Karol G, Ahora me llama, acá ella es muy clara que no le importacomo la llamen después de terminar con una relación tóxica, pues ha decididoponerse en primer lugar, hacer lo que le gusta y lo que le da plenitud;abandona la dependencia amorosa para darle la bienvenida a la libertad de SER. “Yo soy dueña de mi vida, a mí nadie memanda”
Les dejo la tarea de cazar canciones que reflejen nuestroespíritu empoderador y osado para ir por nuestros sueños sin dependencias niilusiones fantasiosas sobre las relaciones. Vibremos con esas canciones eimpulsemos a las mujeres que están produciendo productos culturales para quenos representen y sean eco de nuestras voces para crear cambios y denunciar loque no funciona. Y todo el tiempo recordemos: vamos a creernos #yotecreo.