En esta emisión de Mujeres que Impactan, la mujer rural y cofundadora de Fundación Moiras, Clara Valencia, nos expresa la importancia de reunirnos entre mujeres en círculos de sororidad, para hallar allí nuestro poder.
En la unión está el poder. Por esta razón, a lo largo de los años, cada vez más mujeres se han encontrado en espacios de sororidad para encontrar poder, compañía y empoderamiento. Hacia esto se ha dirigido Clara Valencia, mujer rural y cofundadora de la Fundación Moiras (Mujeres Organizadas Incidentes Resistiendo Desde El Amor Y La Sororidad).
Fundación Moiras nace de la colectivización de once mujeres y un hombre, con el objetivo de crear espacios de cuidado desde los vínculos de mujeres con otras mujeres. En el año que lleva de funcionamiento, se ha realizado una venta de garaje, talleres de bordado y arte textil, capacitaciones en derechos de las mujeres y diversas apuestas para impulsar a las mujeres del territorio.
Así mismo, funcionan bajo tres líneas de principios;
- la reivindicación de los derechos de las mujeres
- la prevención de violencia basada en género
- la generación de espacios de cuidado desde la sororidad
De manera que, toda actividad realizada tiene en cuenta estos tres principios. Como también se reconocen las realidades que las mujeres pueden vivir en su día a día y en los contextos de violencia del país como tal. Se construye desde la paz y memoria histórica, y se fomenta el diálogo continúo frente a estas problemáticas.
Clara continúa por mencionar la realidad que se vive como mujer rural en cuanto a temas como el acceso a educación. Señala, precisamente, que habitar en la ruralidad presenta de por sí riesgos que se aumentan para las mujeres.
Con tan sólo resaltar que la movilización de campo a pueblos o ciudades presenta altos niveles de violencia para mujeres y niñas que transitan caminos en altas horas de la madrugada o noche. Como también la inseguridad que se presenta al realizar este viaje solas.
Es igualmente destacable la dinámica de poder que se presenta en la gran mayoría de hogares rurales entre las figuras paternas y las mujeres de la casa. Ya sean hijas, sobrinas o esposas, las mujeres suelen estar sometidas a los deseos del hombre de la casa para permitirse asistir a una escuela.
Ante estas realidades, la cofundadora encuentra impulso para combatirlas desde círculos de sororidad, en dónde se crean espacios de escucha, respeto y fortalecimiento.. Pues, varias mujeres han manifestado que, al encontrarse en este tipo de espacios, logran sentirse más firmes en sus sentimientos y ganas de luchar por sus derechos. Por esto, el mensaje de Clara es siempre buscarse y reunirse con otras mujeres, este será, sin duda, un espacio de empoderamiento.