Vi esta película con mis hijas y me encantó ver el giro que ofrece la producción, en mi opinión basado en la equidad de género.
- El Hada madrina es hombre. Esto al parecer en muchas familias con tradiciones religiosas, lo interpretaron como una imposición irrespetuosa que amenaza las conductas heterosexuales e inculca el homosexualismo en las nuevas generaciones.
Además de estar en total desacuerdo, me atrevo a afirmar que visibilizar la diversidad de todo tipo invita a normalizar tantas posibilidades que existen para ser y no intenta convencer a nadie de convertirse en lo que no es. Yo no me he convertido en homosexual por ver homosexuales, estar en un país violento no me hace violenta, ni judía por trabajar con judíos, ni católica por ir a misa. Hay algo más profundo que se desconoce en todo esto, y que subestima nuestro propósito de vida; no seremos nada que no estemos para ser, no importa cuántos estímulos tengamos, siempre podremos elegir el camino para ser lo que estamos llamados a ser.
¿Entonces, cuál es la verdadera responsabilidad como acompañantes de los niños, niñas y jóvenes? ¿Es persuadirlos sobre que estos contenidos son malos y evitar que los vean incluso si se presentan en vivo y en directo o es exponerlos a estos contenidos y sepan qué hacer con ellos?
De cualquier manera creo que cuidar lo que vemos y escuchamos siempre es una elección sana y que visibilizar otras realidades es una responsabilidad colectiva para criar niños y niñas con criterio. Niños y niñas con la capacidad de reconocer lo que su cuerpo tiene para decirles, será un aporte importante para que sean libres y buenos seres humanos. Ojalá siempre con curiosidad por lo que es y dice el otro.
Tenemos tanto miedo de darle voz y mirada al movimiento LGTBQ que alcanzamos a pensar que esto es nuevo, que antes no existían niños que se sentían niñas o viceversa, que no habían homosexuales, pansexuales, bisexuales. Ahora que hacemos la distinción entre género e inclinación sexual nos escandalizamos, es tanta la información sin entender, sin conocer que no sabemos qué hacer con ella. Aparecen en nuestra mente las perversiones que podría suscitar este contenido y decidimos negarlo, por miedo a pecar, como si no aceptar al otro como es y darle espacio para que se muestre no fuera ya un pecado en sí.
Basta con salir a un restaurante o al teatro para que los niños vean directamente que la diversidad sexual es una realidad y que quizás si se sienten identificados pueden deducir que no son los únicos y que no está mal o bien, que es lo que es.
Quiero agregar que también me gusta que el hada madrina sea un hombre negro, suma a la normalización de la diversidad que queremos lograr.
- Ella no renuncia a su sueño profesional por amor. Un cambio definitivo para una película de princesas. Si Ella, decide que aunque se siente atraída por el príncipe, aceptarlo y renunciar a su sueño de ser diseñadora y costurera, sería lo mismo que seguir viviendo en el sótano de su casa. Entonces le dice que no, que ella no se casará porque seguirá trabajando por ser lo que para ese momento aún era un trabajo para hombres y que ella sabía hacer muy bien.
- La mujer calva. Fue maravilloso ver en el baile mujeres de todo tipo de contextura, color y forma, la mujer calva hace mucho “ruido”, no tener pelo en un baile de estos parece imposible, pero es una posibilidad, y ponerlo es maravilloso, abre la perspectiva.
- La realidad de "la mala", no es diferente a la de "la buena", ambas eligieron caminos diferentes pero lograron encontrarse empáticamente. Es maravilloso ver como en la película representan que lo que más te molesta de la otra persona es algo que tú también tienes, escondes, niegas, no aceptas. La madrastra quiso ser libre y pianista, fue talentosa, pero la sociedad la obligó a casarse y entendió que ese era el único camino; cuando Ella, lo pone en duda y lo cuestiona, ella se siente amenazada porque de alguna manera derrumba todo a lo que se aferró para superar el duelo de no haber sido lo que quería ser. Cuando por fin puede ver la valentía y el camino que Ella abrió para ella y las demás entonces la puede ver completa y empatizar.
- Se puede renunciar a ser rey por amor a querer ser lo que se quiere ser en realidad, incluso si eso rompe las tradiciones familiares de antaño. Que el príncipe no sea rey a propósito es impensable, aún en los días de hoy. Y así pasa en muchas familias donde los padres son abogados (o cualquier otra profesión) y se espera que sus hijos también lo sean para que hereden el trabajo y los frutos previos por generaciones anteriores. Cuando alguien rompe con eso por ser feliz entonces hay una sanación cuántica que vale la pena prestarle atención. Especialmente cuando en el caso de la película hay una hermana que sueña con heredar el trono y no solo como una fantasía de poder sino como la oportunidad de aportar, ayudar a los demás y ser útil a la sociedad.
- Es feminista, las mujeres pueden liderar, decir que no, ser lo que quieren ser y elegir su más profundo deseo de ser sobre la idea romántica del amor.
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