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Los textos de Kafka reflejan bastante frustración humana. Todo el tiempo está acusando al hombre de no ser capaz de sobrellevar la vida como debe ser. El imaginario constante de la frustración humana es parte clave de su obra, e incluso esto genera que fuera el comienzo de una serie de autores pioneros en el existencialismo. 

En su libro Diarios II (1914-1923), describe de manera detallada la manera como vive día a día y percepciones de las personas que rodean su entorno. Cada frase y párrafo es claro y conciso en demostrar que es una persona totalmente aislada al mundo y que todo lo perturba. Incluso de la manera como funciona el sistema en la sociedad.  Pueden llegar momentos que la sociedad lo perturbe constantemente a uno, pero es decisión propia en hacer catarsis inmediata y liberar energías o dejarse consumir en el dolor como Kafka.

La percepción del tiempo es incluso agotadora para Kafka y es normal que haga catarsis cada vez que tuvo la posibilidad de escribir. Botar todas las ideas que por su cabeza pasan es un ejercicio libre y alentador. A nadie se le puede desear el mal de una enfermedad como la depresión, pero en el caso de que por nuestras mentes percibamos malas prácticas, debemos acudir a diferentes medios para sanar pensamientos negaticos.  

20 de enero. Se acabaron las ganas de escribir. ¿Cuándo volverán a apoderarse de mí? ¡En qué pésimo estado me reuniré con F.! La lentitud mental, la incapacidad de prepararme para el futuro que se presentan así que dejo de escribir, en tanto que la semana pasada apenas si podía sacudirme las importantes ideas al respecto. Ojalá pueda disfrutar del único beneficio que obtengo con ello: dormir mejor.” 

Las mujeres para Kafka son donadoras de esperanza, estabilidad y sosiego en un mundo sin sentido (recordar a la Frieda de El castillo), son en La Metamorfosis insensibles y egoístas, los agentes principales de la deshumanización de Gregor. Por lo tanto, es difícil identificar qué representaba el rol femenino en su vida. Casi que fue un rol al que ignoraba y no le prestaba importancia ni atención.  

Respecto a los derechos humanos, es interesante analizar que en la obra “El proceso”, el protagonista llamado Joseph K. al que un día se le acusa de un delito que desconoce, se le procesa sin saber qué leyes son las vigentes y finalmente se le condena sin justificaciones. 

Joseph K se rebela y lucha contra esa situación y lo único que consigue saber es que detrás de todo está ‘una gran organización’ que se alimenta de ‘detener a personas inocentes’ y que se mueve por un extraño principio: no hay que preguntarse por lo justo o por lo verdadero, sino por lo que es necesario y conveniente a la organización”.

El sistema jurídico de la sociedad y más en nuestro país no funciona a la maravilla y genera que los seres humanos sean más propensos a cometer delitos y ser tramposos sin que los cojan. Incluso, a veces pasa que las personas son inocentes y están en la cárcel. El punto al que quiero llegar es que Kafka demuestra en su pesimismo la realidad humana y de la sociedad colombiana. 

Cualquier día y en cualquier momento nos puede pasar algo sin estar preparados, pero es necesario hacer catarsis y no dejarnos llevar por la soledad ni las injusticias. Nuestros pensamientos son el pilar del actuar y por tanto, es necesario hacer metamorfosis y procesos internos en nuestro ser para seguir adelante. 


Referencias

  1. Diarios II (1914-1923)
  2. Ídem
  3. Manuel Reyes Mate, Europa y el Cristianismo, Antropos, 2009.

Catarsis Kafkiana

Columna
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September 16, 2019

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Los textos de Kafka reflejan bastante frustración humana. Todo el tiempo está acusando al hombre de no ser capaz de sobrellevar la vida como debe ser. El imaginario constante de la frustración humana es parte clave de su obra, e incluso esto genera que fuera el comienzo de una serie de autores pioneros en el existencialismo. 

En su libro Diarios II (1914-1923), describe de manera detallada la manera como vive día a día y percepciones de las personas que rodean su entorno. Cada frase y párrafo es claro y conciso en demostrar que es una persona totalmente aislada al mundo y que todo lo perturba. Incluso de la manera como funciona el sistema en la sociedad.  Pueden llegar momentos que la sociedad lo perturbe constantemente a uno, pero es decisión propia en hacer catarsis inmediata y liberar energías o dejarse consumir en el dolor como Kafka.

La percepción del tiempo es incluso agotadora para Kafka y es normal que haga catarsis cada vez que tuvo la posibilidad de escribir. Botar todas las ideas que por su cabeza pasan es un ejercicio libre y alentador. A nadie se le puede desear el mal de una enfermedad como la depresión, pero en el caso de que por nuestras mentes percibamos malas prácticas, debemos acudir a diferentes medios para sanar pensamientos negaticos.  

20 de enero. Se acabaron las ganas de escribir. ¿Cuándo volverán a apoderarse de mí? ¡En qué pésimo estado me reuniré con F.! La lentitud mental, la incapacidad de prepararme para el futuro que se presentan así que dejo de escribir, en tanto que la semana pasada apenas si podía sacudirme las importantes ideas al respecto. Ojalá pueda disfrutar del único beneficio que obtengo con ello: dormir mejor.” 

Las mujeres para Kafka son donadoras de esperanza, estabilidad y sosiego en un mundo sin sentido (recordar a la Frieda de El castillo), son en La Metamorfosis insensibles y egoístas, los agentes principales de la deshumanización de Gregor. Por lo tanto, es difícil identificar qué representaba el rol femenino en su vida. Casi que fue un rol al que ignoraba y no le prestaba importancia ni atención.  

Respecto a los derechos humanos, es interesante analizar que en la obra “El proceso”, el protagonista llamado Joseph K. al que un día se le acusa de un delito que desconoce, se le procesa sin saber qué leyes son las vigentes y finalmente se le condena sin justificaciones. 

Joseph K se rebela y lucha contra esa situación y lo único que consigue saber es que detrás de todo está ‘una gran organización’ que se alimenta de ‘detener a personas inocentes’ y que se mueve por un extraño principio: no hay que preguntarse por lo justo o por lo verdadero, sino por lo que es necesario y conveniente a la organización”.

El sistema jurídico de la sociedad y más en nuestro país no funciona a la maravilla y genera que los seres humanos sean más propensos a cometer delitos y ser tramposos sin que los cojan. Incluso, a veces pasa que las personas son inocentes y están en la cárcel. El punto al que quiero llegar es que Kafka demuestra en su pesimismo la realidad humana y de la sociedad colombiana. 

Cualquier día y en cualquier momento nos puede pasar algo sin estar preparados, pero es necesario hacer catarsis y no dejarnos llevar por la soledad ni las injusticias. Nuestros pensamientos son el pilar del actuar y por tanto, es necesario hacer metamorfosis y procesos internos en nuestro ser para seguir adelante. 


Referencias

  1. Diarios II (1914-1923)
  2. Ídem
  3. Manuel Reyes Mate, Europa y el Cristianismo, Antropos, 2009.

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