En estos últimos tiempos, los salarios económicos en el fútbol eran separados por una abismal división entre jugadores masculinos y femeninos por diversos factores que incluían una mayor inversión por parte de patrocinadores, empresas de deporte, casas de apuestas, entre otros.
Esto generó que en Estados Unidos se desarrollara un debate en la selección nacional de fútbol por el cobro de ingresos monetarios entre deportistas estadounidenses, por lo cual se hizo un llamado al máximo ente regulador de fútbol para que mejorara la situación.
De esta forma, se pudo realizar una evaluación y se pudo igualar las condiciones salariales en futbolistas de ambos sexos, con el objetivo de incentivar una libre transparencia económica.
En este sentido, opino que este caso genera un precedente para el futuro porque motivará que otras futbolistas mujeres de diferentes países puedan exigir una igualdad salarial, ya que practican el mismo deporte y los premios deben ser entregados de forma equitativa.
Con esta columna, podemos analizar que cada vez se están respetando las condiciones laborales en el género femenino, permitiéndoles que tengan una mayor consideración en el cumplimiento de sus derechos y dándoles la plena libertad para que puedan expresar sus pensamientos.