¿Cuántas experiencias exitosas conoces en materia de responsabilidad social empresarial? ¿Sabes cuánto puede impactar positivamente una multinacional en la Colombia profunda? Mucho, cuando el sector corporativo se propone ir más allá de una dinámica económica puede transformar positivamente la vida de las comunidades.
Para ilustrarlo, hoy abordaremos el caso de PepsiCo, en el cumplimiento de sus metas de Desempeño con Propósito; visión de la compañía que busca un rendimiento financiero a largo plazo mientras transforman su portafolio (productos), dejan una huella en el medio ambiente (planeta) e impactan a las comunidades donde operan (personas).
Precisamente en su pilar de personas, PepsiCo busca empoderar a la mujer en toda su cadena de valor. Bajo la dirección de Mónica Contreras Esper, Gerente General del Territorio Andino, en Colombia se han generado iniciativas en pro de la inclusión de la mujer.
Una de estas sucede en el municipio de Belén de Umbría a 70 km de la ciudad de Pereira, en donde desde hace nueve años PepsiCo trabaja de la mano de la Asociación Nacional Agropecuaria de Productores de Plátano de Belén de Umbría, (ASPLABEL). Con la construcción de la planta de pelado de ASPLABEL, en el año 2009 inicia la alianza que hoy permite que desde Belén de Umbría se realice el pelado de los platanitos Natuchips de la compañía, dando una opción de mejora en calidad de vida a las mujeres que trabajan en la planta.
Esta alianza además de fortalecer la capacidad técnica con maquinaria y capacitación laboral, también ha permitido que la fuerza laboral femenina se vincule con un rol de liderazgo y empoderamiento económico, toda vez, que muchas de ellas llegaron al municipio en condición de desplazamiento forzado por el conflicto interno de los años 90, y por fin encontraron una oportunidad de generar bienestar para ellas y para su familia. Además, la virtud en el cuidado, paciencia y precaución que tienen las mujeres, las hace fundamental en el ejercicio del pelado, por ello, en la actualidad hay 50 mujeres víctimas del conflicto armado, madres cabeza de familia, indígenas y jóvenes vulnerables, aportando a la economía de su municipio, pero, ante todo, empoderando el campo y la Colombia profunda.
Trabajar en ASPLABEL no significa para las mujeres solo un ingreso, sino también una oportunidad para laborar en mejores condiciones, prosperar, superar la violencia y sacar adelante a sus familias. Ese es el caso de María Chacoa, quien hace cinco años llegó a Belén de Umbría tras ser desplazada de su hogar, “para una mujer trabajadora, juiciosa, que esté sola trabajando, acá sale adelante con sus hijos. Acá estoy muy amañada”, explica María, quien ya lleva más de cuatro años trabajando en ASPLABEL.
Este proceso que lidera PepsiCo en Belén de Umbría también mejora la vida de los jóvenes, se han vinculado a 15 de comunidades vulnerables; trabajan en el proceso de selección, pesaje, empaque del plátano pelado y eliminación de desecho que este proceso pueda ocasionar, apoyándolos para construir un futuro diferente al de la violencia. Actualmente también se benefician más de 200 agricultores de plátano.
Todo ello, ha permitido que la planta sea la segunda fuente de empleo del municipio, dejando de esta manera, una huella que transforma una generación y demuestra que el campo es productivo y se pueden implementar programas justos con alianzas público privadas para brindar bienestar a las comunidades.