El próximo 30 de abril México celebrará el Día de la Niña y el Niño. Es interesante como comienzan a desbordarse los programas de televisión con conductores y conductoras utilizando una indumentaria que alude a los infantes, así como el comportamiento e incluso las actividades que presentan, más que mostrar un panorama de celebración exponen situaciones ilusorias donde precisamente en nuestro contexto actual no es todo del color de un arcoíris; pues éstos, en el horario matutino revelan temas de sexualidad, donde no informan. Hay tres canales de televisión que exhiben fichas de búsquedas de personas desaparecidas. En otros, han comenzado la alabanza por figuras del narcotráfico como La Reina del Sur, El Señor de los Cielos, Pablo Escobar, El Chapo, El abogado del narco, entre otros éxitos que generan un gran rating.
Tal vez, lo último que quisiéramos ver en televisión son noticias que provoquen desánimo, pero ante la situación actual, debe ser realista el contexto de las niñas y los niños, tiene que comenzar la promoción de sus derechos humanos en las escuelas tanto públicas como privadas, ya que en estos espacios suele intimidarse a los menores de edad, donde en algunas ocasiones prefieren no denunciar al profesor acosador por miedo a las represalias. Además, debe continuar la capacitación de los maestros en cuanto al bullying, porque aún hay profesionales de la docencia que piensan que un simple comentario es solo una exageración. En conclusión la televisión no solo debe entretener, sino también debe ser una herramienta donde puedan presentar cápsulas educativas o informativas dirigidas a las infancias. Aunque cabe referir que las hay; pero no son suficientes.