Una escalofriante tragedia ha conmocionado a miles de televidentes y usuarios en las redes sociales este fin de semana. Banu Negar, de 34 años, era miembro de la Fuerza Femenina de la Policía de Afganistán que trabajaba como guardia en una cárcel en la provincia de Ghor. La mujer se encontraba en estado de embarazo y fue brutalmente ejecutada en su casa frente a su esposo e hijo en la noche del sábado.
Según un video publicado por Aamaj News, ayer domingo 5 de septiembre, el hijo adolescente de la mujer testifica que su madre fue asesinada y le sacaron el cerebro.
“Entraron a nuestra casa, nos ataron de las manos y mataron a mi madre, le arrancaron los sesos de su cráneo con una navaja y un destornillador. Mi madre tenía 8 meses de embarazo” explica.
También se han difundido unas fotografías sin censura en las que se ve el lugar del hecho salpicado en sangre, el destornillador como prueba material y la imagen explícita de la mujer herida y envuelta por los grupos forenses. Y se le pide a los usuarios no compartir aquellas en las que no censuren, por respeto hacia la familia y como protección de contenido visual sensible.
De acuerdo con algunos activistas afganos dentro y fuera del país, los milicianos del Talibán han estado amenazando de muerte a todos los funcionarios del gobierno. Sin embargo, no han aceptado responsabilidad de los actos brutales contra Negar y su familia, por lo que también se comenta la posibilidad de tratarse de uno de los grupos terroristas ya existentes en el país.