Voces Indígenas frente a la Crisis Climática en América Latina

November 8, 2021
Columna
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Foto por Vlad Hilitanu  

Octubre 2021–  En un conversatorio de Chicas Poderosas Argentina, gracias al apoyo de la Embajada Británica en Argentina, el pasado 28 de septiembre tuvimos la oportunidad de tener un encuentro más de cerca a las experiencias de algunas representantes de comunidades y movimientos indígenas por América Latina sobre el papel de los pueblos, resaltando el rol de la mujer, en la lucha por enfrentar la crisis climática.


Empezamos fuerte escuchando los datos de Gloria Eraso, de la Organización Nacional Indígena de Colombia, que nos llegan más a pecho por tratarse de casa: el 35% del territorio colombiano está reconocido como pueblo indígena. El 89% de los bosques de Colombia están en ese territorio. Golpe bajo al recordar que ya van dos años seguidos que el Global Witness informa la penosa y alarmante situación de ser el país más inseguro para los líderes ambientales. Colombia, tierra querida...es irónicamente la tierra en la que más sangre se derrama por una especie de vínculo entre la violencia armada y el modelo de desarrollo económico, como dijo Francia Márquez.


Es un choque de realidad escuchar que, por un lado, sí hay territorio y patrimonio natural reconocido como propiedad indígena, de y para que las comunidades nativas sean quienes pongan su mano de experiencia y tradición en lo que menos conocemos los que hemos crecido lejos de esa realidad natural. Y, por otro lado, aun teniendo estas leyes y derechos, los líderes ambientales son los más afectados por la Colombia post Acuerdo de Paz.


Por supuesto, dentro de este grupo hay muchas personas que no son necesariamente nativas, de una tribu étnica o quizás hasta ni tengan en su familia descendientes indígenas. Sin embargo, no hay que tener cuatro ojos para notar cómo funcionan las cosas en el país, más cuando se trata de las poblaciones minoritarias como es el caso de los líderes ambientales; que no son minoría por falta de interés en defender las causas medioambientales que nos conciernen a todos, todo lo contrario, es el miedo a que las identidades sean expuestas para su investigación (¿o debería decir “persecución”?).


En Colombia están matando a nuestros líderes sociales y ambientales. Están cerrando puertas que los movimientos indígenas, organizaciones medioambientales y grupos activistas logran abrir por sus propios medios.


Las puertas no se cierran específicamente con violencia física, para nada. Pero hay algo que resonó en mi reflexión durante el conversatorio, algo que dijo Gloria Eraso me hizo clic. La relación de la ciencia occidental y los conocimientos tradicionales

Muy poco se nos educa sobre los grandes aportes, que incluso dieron origen, a las ciencias como la medicina, la farmacéutica, la física, las matemáticas, de parte de los pueblos nativos. Y ahora acontece que son ellos quienes deben probar a la ciencia que sus prácticas tradicionales son funcionales y confiables. Estas barreras desinformativas son lo que podemos intuir como núcleo del problema entre la ciencia que conocemos y a la que le creemos, la occidental, y las prácticas indígenas desde sus conocimientos tradicionales, que poco a poco vamos abriéndonos más como sociedad a escuchar y confiar. Porque realmente, como se discutió en el conversatorio, hemos crecido bajo lo que los gobiernos y figuras de poder nos han ordenado y segregado. 


A todo esto, y como conclusión, quiero agregar un dato positivo que rescatamos de la charla. Cabe mencionar que en el conversatorio también apreciamos la participación de mujeres indígenas de Argentina y Costa Rica, por lo que fue gratificante tener otras perspectivas de cómo los movimientos indígenas trabajan en otros países latinoamericanos por el mismo bien climático. Así que, destacamos cómo la lucha climática de mujeres indígenas de Talamanca ha logrado llegar al gobierno para dar voz a las brechas de desigualdad, visibilizarlas para hacer oficial una problemática que suele permanecer entre las sombras.  Este es un trabajo por el que reconocemos que las comunidades han apostado por años, incansablemente, para ser escuchadas y obtener el acceso a las oportunidades que les permitirán mover masas por un mismo fin benéfico. Todos los países están sumados, porque no es una crisis solo de Colombia, Costa Rica o Argentina...Por eso son importantes las voces indígenas frente a la crisis climática


Esta lucha es conocida por los activistas de renombre, no obstante, queremos apoyar en la lucha por las representaciones indígenas de mujeres lideresas frente a proyectos climáticos sin discriminación de género o etnia. Porque los pueblos nativos existen y la mujer indígena líder existe desde mucho antes que el activismo tuviese el valor que tiene ahora bajo los mismos rostros de poder que juran palabras que no saben cumplir.


Por más espacios para escuchar y visibilizar.


Voces Indígenas frente a la Crisis Climática en América Latina

Columna
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October 15, 2021

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Foto por Vlad Hilitanu  

Octubre 2021–  En un conversatorio de Chicas Poderosas Argentina, gracias al apoyo de la Embajada Británica en Argentina, el pasado 28 de septiembre tuvimos la oportunidad de tener un encuentro más de cerca a las experiencias de algunas representantes de comunidades y movimientos indígenas por América Latina sobre el papel de los pueblos, resaltando el rol de la mujer, en la lucha por enfrentar la crisis climática.


Empezamos fuerte escuchando los datos de Gloria Eraso, de la Organización Nacional Indígena de Colombia, que nos llegan más a pecho por tratarse de casa: el 35% del territorio colombiano está reconocido como pueblo indígena. El 89% de los bosques de Colombia están en ese territorio. Golpe bajo al recordar que ya van dos años seguidos que el Global Witness informa la penosa y alarmante situación de ser el país más inseguro para los líderes ambientales. Colombia, tierra querida...es irónicamente la tierra en la que más sangre se derrama por una especie de vínculo entre la violencia armada y el modelo de desarrollo económico, como dijo Francia Márquez.


Es un choque de realidad escuchar que, por un lado, sí hay territorio y patrimonio natural reconocido como propiedad indígena, de y para que las comunidades nativas sean quienes pongan su mano de experiencia y tradición en lo que menos conocemos los que hemos crecido lejos de esa realidad natural. Y, por otro lado, aun teniendo estas leyes y derechos, los líderes ambientales son los más afectados por la Colombia post Acuerdo de Paz.


Por supuesto, dentro de este grupo hay muchas personas que no son necesariamente nativas, de una tribu étnica o quizás hasta ni tengan en su familia descendientes indígenas. Sin embargo, no hay que tener cuatro ojos para notar cómo funcionan las cosas en el país, más cuando se trata de las poblaciones minoritarias como es el caso de los líderes ambientales; que no son minoría por falta de interés en defender las causas medioambientales que nos conciernen a todos, todo lo contrario, es el miedo a que las identidades sean expuestas para su investigación (¿o debería decir “persecución”?).


En Colombia están matando a nuestros líderes sociales y ambientales. Están cerrando puertas que los movimientos indígenas, organizaciones medioambientales y grupos activistas logran abrir por sus propios medios.


Las puertas no se cierran específicamente con violencia física, para nada. Pero hay algo que resonó en mi reflexión durante el conversatorio, algo que dijo Gloria Eraso me hizo clic. La relación de la ciencia occidental y los conocimientos tradicionales

Muy poco se nos educa sobre los grandes aportes, que incluso dieron origen, a las ciencias como la medicina, la farmacéutica, la física, las matemáticas, de parte de los pueblos nativos. Y ahora acontece que son ellos quienes deben probar a la ciencia que sus prácticas tradicionales son funcionales y confiables. Estas barreras desinformativas son lo que podemos intuir como núcleo del problema entre la ciencia que conocemos y a la que le creemos, la occidental, y las prácticas indígenas desde sus conocimientos tradicionales, que poco a poco vamos abriéndonos más como sociedad a escuchar y confiar. Porque realmente, como se discutió en el conversatorio, hemos crecido bajo lo que los gobiernos y figuras de poder nos han ordenado y segregado. 


A todo esto, y como conclusión, quiero agregar un dato positivo que rescatamos de la charla. Cabe mencionar que en el conversatorio también apreciamos la participación de mujeres indígenas de Argentina y Costa Rica, por lo que fue gratificante tener otras perspectivas de cómo los movimientos indígenas trabajan en otros países latinoamericanos por el mismo bien climático. Así que, destacamos cómo la lucha climática de mujeres indígenas de Talamanca ha logrado llegar al gobierno para dar voz a las brechas de desigualdad, visibilizarlas para hacer oficial una problemática que suele permanecer entre las sombras.  Este es un trabajo por el que reconocemos que las comunidades han apostado por años, incansablemente, para ser escuchadas y obtener el acceso a las oportunidades que les permitirán mover masas por un mismo fin benéfico. Todos los países están sumados, porque no es una crisis solo de Colombia, Costa Rica o Argentina...Por eso son importantes las voces indígenas frente a la crisis climática


Esta lucha es conocida por los activistas de renombre, no obstante, queremos apoyar en la lucha por las representaciones indígenas de mujeres lideresas frente a proyectos climáticos sin discriminación de género o etnia. Porque los pueblos nativos existen y la mujer indígena líder existe desde mucho antes que el activismo tuviese el valor que tiene ahora bajo los mismos rostros de poder que juran palabras que no saben cumplir.


Por más espacios para escuchar y visibilizar.


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